SAO PAULO.- La producción industrial
de Brasil se contrajo 1,1% en 2019, tras dos años de crecimiento, según
datos oficiales publicados este martes, que enfriaron las expectativas
respecto a un rápido despegue de la mayor economía latinoamericana.
El
resultado anual fue lastrado por un retroceso de 0,7% en diciembre
respecto a noviembre, peor que el 0,5% esperado en promedio por
analistas consultados por la agencia Bloomberg.
El resultado anual interrumpe dos años consecutivos de
crecimiento (2,5% en 2017 y 1% en 2018), después de la grave recesión
económica de 2015-2016, precisó el instituto oficial de estadísticas
IBGE.
En 2019, dos de las grandes categorías económicas
registraron retrocesos: bienes de capital (-0,4%) y bienes intermedios
(-2,2%), en tanto que hubo alzas en bienes de consumo (1,1%) y bienes
duraderos (0,9%).
El IBGE reportó una contracción en 16 de las 26
actividades económicas, con una fuerte caída de las industrias
extractivas (-9,7%), debido principalmente a la reducción de la
producción de hierro tras la tragedia que en enero de 2019 dejó 270
muertos en una mina de Brumadinho (sudeste) y obligó a reducir la
producción de Vale.
En diciembre, tres de las cuatro grandes
categorías económicas tuvieron pérdidas respecto a noviembre: bienes de
capital (-8,8%), bienes de consumo (1,4%) y bienes duraderos (-2,7%).
Los
datos del IBGE pusieron paños fríos en las expectativas de que las
bajas tasas de interés y las medidas promercado del presidente Jair
Bolsonaro empezasen a dar frutos, después del sorpresivo crecimiento de
0,6% del PIB brasileño en el tercer trimestre respecto al segundo.
"La
debilidad de la industria el año pasado respalda nuestro punto de vista
de que parte del reciente optimismo sobre una recuperación de la
economía brasileña carecía de fundamento", escribió la consultora
Capital Economics.
El resultado acentúa además la presión para que
el Banco Central proceda el miércoles a un quinto recorte consecutivo
de su tasa de referencia. La estimación promedio del mercado es de un
recorte de 0,25 puntos porcentuales, que llevaría la tasa Selic a un
nuevo mínimo histórico de 4,25%.
A los factores que pesaron
negativamente el año pasado, como la crisis argentina, se sumaron nuevas
incertidumbres, como el impacto de la emergencia sanitaria en China,
principal socio comercial de Brasil.
Antes de la epidemia de
coronavirus en China, el gobierno esperaba un crecimiento de 2,4% para
este año, el doble de la estimación de 2019 (el resultado definitivo se
conocerá en marzo).
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