SHANGHÁI.- La demanda china de petróleo ha caído en aproximadamente tres millones de barriles por día, o el 20% del consumo total, a medida que el impacto del coronavirus de Wuham va haciendo mella sobre el gigante asiático, según explican fuentes de la industria energética del país.
La
caída es probablemente el mayor shock de demanda que ha sufrido el
mercado petrolero desde la crisis financiera mundial de las hipotecas
basura que estalló en 2008, y el más repentino hundimiento desde los
ataques del 11 de septiembre.
Podría forzar a la OPEP y sus aliados, que
están considerando una reunión de emergencia, a reducir la producción y
frenar el descenso de los precios, que se dirigen al cierre más bajo en
cuatro meses.
"Es realmente un cisne negro para el mercado petrolero", dice John Kilduff,
socio de Again Capital en Nueva York. "Hubo alguna esperanza para la
perspectiva de la demanda este año antes del brote, pero se ha
bloqueado. La OPEP + tiene que reaccionar. Si no hay más recortes de
producción, solo habrá más bajadas de precios", asegura este
experto. Los futuros del crudo Brent se dejan hoy alrededor del 1%, hasta los 56,07 dólares por barril y el petróleo West Texas Intermediate baja el 0,2%, hasta los 51,46 dólares.
China es el mayor importador de petróleo del mundo,
después de superar a EEUU en 2016, por lo que cualquier cambio en el
consumo tiene un impacto descomunal en el mercado mundial de la energía.
El país consume alrededor de 14 millones de barriles por día, lo que
equivale a las necesidades combinadas de Francia, Alemania, Italia, España, el Reino Unido, Japón y Corea del Sur.
El
colapso en el consumo de petróleo chino está comenzando a repercutir en
todo el mercado energético mundial, y las ventas se están
desacelerando.
Las ventas de cargamentos de petróleo de América Latina a China
se frenaron la semana pasada, mientras que las ventas de crudo de
África Occidental, una fuente tradicional para las refinerías chinas,
también son menores de lo habitual.
Las refinerías chinas están
almacenando productos derivados del petróleo que no han podido vender,
como gasolina y combustible para aviones, según los ejecutivos del
sector consultados.
Pero todos los días las existencias están creciendo, y algunas refinerías pronto pueden alcanzar sus límites de almacenamiento.
Si esto sucediera, tendrían que reducir la cantidad de crudo que
procesan. Las misma fuentes consideran que estas reducciones llegarán
pronto al 15% o 20%.
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