WASHINGTON.- El presidente de Estados
Unidos, Donald Trump, presentó este lunes su proyecto de presupuesto, un
plan que a nueve meses de las presidenciales proyecta un fuerte recorte
en la ayuda exterior y abandona promesas de reducir el déficit basadas
en supuestos de crecimiento económico elevados e improbables.
Este
último plan de gastos del primer mandato de Trump enfrenta una derrota
casi segura en la Cámara de Representantes controlada por los
demócratas, pero ofrece una visión de las prioridades de la
administración.
El presupuesto introduce recortes en programas sociales,
protección ambiental y asistencia exterior, para en cambio fortalecer la
asignación de recursos a defensa y extender reducciones de impuestos
para sectores de mayor ingresos y empresas, según funcionarios y varios
informes de medios estadounidenses.
En detalle, un funcionario
indicó bajo condición de anonimato que el gobierno quiere recortar en
más de 21% la asistencia exterior, a 44.000 millones de dólares.
El
alto funcionario también señaló que este borrador propone además una
reducción drástica de los aportes para varias institucionales
internacionales como la Organización Panamericana de la Salud, con sede
en Washington.
La propuesta abandona el objetivo declarado de cerrar el déficit presupuestario en 10 años, y corre la meta a 2035.
Sin
embargo, incluso esa extensión de tiempo supone que la economía de
Estados Unidos crecerá a un 3% anual, lo que respaldaría mayores
ingresos fiscales, algo que no se logró de manera consistente en más de
una década y que no se ha visto en una economía después de 11 años
consecutivos de crecimiento.
A pesar de comprometerse a continuar
la guerra de larga data de los republicanos contra el déficit, la
administración Trump ha mostrado poco interés en abordar el problema y
se espera la brecha supere el billón de dólares este año, por un
endeudamiento que alcanzó el doble de lo estimado en el primer plan
presupuestario.
El proyecto de 4,8 billones de dólares incluye
recortes por 2 billones en programas no relacionados con el rubro de
defensa, incluidos beneficios como cupones de alimentos y ahorros de la
cobertura de medicamentos recetados del plan Medicare.
Russell
Vought, director interino de presupuesto de Trump, dijo el lunes que la
propuesta incluirá más de 740.000 millones para gastos de defensa, un
aumento del 20%. Y que los recortes de impuestos de 1,5 billones, que
benefician principalmente a los más ricos, se extenderán más allá de
2025.
La presidenta demócrata de la Cámara de Representantes,
Nancy Pelosi, criticó la propuesta. "El presupuesto es una declaración
de valores, y una vez más el presidente muestra lo poco que valora la
buena salud, la seguridad financiera y el bienestar de las familias
estadounidenses trabajadoras", expresó en un comunicado.
"Año tras
año, el presupuesto del presidente Trump ha tratado de infligir
recortes devastadores a las líneas de vida críticas en las que millones
de estadounidenses confían", añadió.
Maya MacGuineas, presidenta
del Comité no partidista para un Presupuesto Federal Responsable elogió
algunas de las políticas del presupuesto, pero pidió acciones serias
para reducir el déficit.
"No necesitamos más
promesas falsas sobre el rápido crecimiento económico o los recortes de
impuestos que se pagarán por sí mismos. Necesitamos medidas para
revertir nuestro déficit de un billón de dólares, salvar nuestros
mayores fondos fiduciarios y evitar que la deuda alcance nuevos
récords", señaló en una nota.
Además, se lamentó: "El presupuesto
se ha convertido en una broma en este país, donde los presupuestos se
usan como documentos de mensajería y una excusa para intercambiar
insultos".
Al presentar el
plan, Vought dijo a periodistas: "Esta es una reflexión presupuestaria
construida sobre las políticas económicas procrecimiento de este
presidente, que han impulsado una de las economías más poderosas en la
historia de Estados Unidos".
Sin embargo, señaló que es necesario
restringir el gasto no relacionado con defensa, y que es "tiempo de
repensar" la ayuda al exterior.
Vought respaldó igualmente los
objetivos de crecimiento del 3%, al indicar que las estimaciones son
"totalmente posibles de alcanzar en los próximos 10 años".
En
detalle, el presupuesto incluye 2.000 millones de dólares en gastos de
seguridad interna relacionados con la construcción del muro en la
frontera con México, además de un incremento del 12% en el gasto para la
agencia espacial NASA, frente una reducción de más del 26% en los
fondos para la Agencia de Protección Ambiental.
En cuanto a los
fondos para el Pentágono, el proyecto prevé una reducción notable de lo
asignado a las operaciones externas actuales. El presidente, que quiere
poner fin a "guerras interminables", dedica en el plan 69.000 millones
de dólares a las operaciones militares antiyihadistas en Afganistán,
Siria, Irak, Somalia y otras, contra 71.300 millones en el presupuesto
actual.
MacGuineas aseguró que la propuesta incluye algunas
reformas políticas importantes para poner el déficit en una senda
descendente.
Pero cuando se eliminan los supuestos de crecimiento prometedor, advierte, aún queda una montaña de deuda.
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