GUATEMALA.- El nuevo presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, se reunió el
martes con funcionarios estadounidenses horas antes de asumir el cargo
con la promesa de “reconstruir” el país, justo cuando Washington
presiona para que acepte un acuerdo de asilo con el que busca frenar la
migración.
El cirujano de 63 años enfrenta el reto de combatir la pobreza, la
inseguridad y la corrupción, así como lidiar con el acuerdo firmado con
Washington por el gobierno saliente que obliga al país a recibir a
migrantes que soliciten asilo en Estados Unidos.
El nuevo
mandatario dijo el martes en su cuenta de Twitter que se había reunido
con el secretario de Comercio estadounidense, Wibur Ross, con “con quien
conversamos sobre atraer la inversión al país para estimular el
crecimiento económico de Guatemala, ayudando a frenar la migración”.
Giammattei
deberá decidir si deshace o expande el acuerdo migratorio con Estados
Unidos forjado por el presidente saliente, Jimmy Morales, que convierte a
Guatemala una zona de amortiguación para reducir las solicitudes de
asilo en Estados Unidos.
Poco antes de lograr la
victoria electoral, el ahora nuevo presidente dijo que una vez
en el alto cargo buscaría modificarlo porque “no le conviene al país”.
Y
el lunes se lamentó porque aún no había recibido los detalles del
Acuerdo de Cooperación y Asilo (ACA), firmado en julio en medio de
amenazas arancelarias de Donald Trump. El pacto, que entró en vigencia
en noviembre, supone que los hondureños y salvadoreños pidan asilo en
Guatemala en vez de en Estados Unidos.
Se esperaba que el
secretario interino de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Chad Wolf,
parte de la delegación estadounidense encabezada por Ross para la
asunción, presione a Giammattei a ampliar el acuerdo para incluir a los
mexicanos.
Por su parte, la embajada de Estados Unidos en
Guatemala dijo que el mandatario electo se reunió con Wolf y discutieron
cómo frenar la migración ilegal y mejorar la seguridad en la frontera
de la nación centroamericana, pero no entregó más detalles.
Guatemala
es fundamental para los esfuerzos cada vez mayores de Trump para poner
fin a la inmigración ilegal y las solicitudes de asilo de personas que
se dirigen a la frontera suroeste de los Estados Unidos.
Hasta el
viernes, 128 solicitantes de asilo salvadoreños y hondureños habían
sido enviados como parte del acuerdo, según el Instituto de Migración de
Guatemala. Solo unos pocos han solicitado asilo en un país que es en sí
mismo una fuente importante de migrantes con destino a Estados Unidos.
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