WASHINGTON.- Estados Unidos castigó
este martes a dos empresas por explotar a trabajadores de Corea del
Norte fuera de las fronteras del país asiático, pasada la fecha límite
marcada por la ONU para regresar a esas personas que generan ingresos
vitales en para el régimen de Pyongyang.
Las sanciones, que
bloquean bienes de esas compañías en Estados Unidos y penalizan
cualquier tipo de transacción financiera con ellas, llegan en medio de
una paralización de las negociaciones entre Estados Unidos y Corea del
Norte y la reciente amenaza de Kim Jong Un de probar una nueva arma.
El Departamento del Tesoro impuso este castigo a la
norcoreana Korea Namgang Trading Corporation, acusada de mantener
trabajadores de Corea del Norte en Rusia, Nigeria y Medio Oriente, y a
Beijing Sukbakso, una empresa china que se ha ocupado de administrar
alojamiento y remesas para estos trabajadores.
"La exportación de
trabajadores de Corea del Norte recauda ingresos ilícitos para el
gobierno de Corea del Norte en violación de las sanciones de las
Naciones Unidas", dijo el secretario del Tesoro de Estados Unidos,
Steven Mnuchin, en un comunicado.
Una resolución de Naciones
Unidas aprobada por unanimidad en 2017 estableció que los países donde
se encontraban trabajadores norcoreanos tenían plazo hasta el 22 de
diciembre de 2019 para devolverlos a su país de origen.
Según
acusaciones de larga data de grupos defensores de los derechos humanos,
estos trabajadores viven en condiciones cercanas a la esclavitud y sus
salarios terminan en las arcas del empobrecido régimen norcoreano.
Datos
presentados en 2017 por funcionarios de Estados Unidos señalan que
Corea del Norte tiene unos 100.000 trabajadores fuera de sus fronteras,
que generan unos 500 millones de dólares por año.
La gran mayoría
trabaja en China y Rusia, aunque algunos han sido vistos en otras partes
del mundo, como Europa del Este, según un estudio del East-West Center.
Con
mayor frecuencia, estos trabajadores se desempeñan en la industria de
la construcción, trabajando en turnos extensos y alojándose en sitios
aislados.
La resolución de la ONU de 2017 resultó de una serie de
pruebas nucleares de misiles por parte de Corea del Norte. Sin embargo,
poco después el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, inició el
diálogo con Pyongyang y se reunió en tres oportunidades con el líder
Kim.
Corea del Norte ha intentado presionar sin éxito a Estados
Unidos para que retire las sanciones económicas en su contra, amenazando
en el día de Año Nuevo con reanudar las pruebas de misiles
intercontinentales y armas nucleares.
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