SAO PAULO.-
A medida que México y Brasil luchan para sacar a sus economías de un
letargo multianual, Colombia avanza, independientemente de los vientos
en contra de la región. No sorprende entonces que su moneda haya tenido
un rendimiento superior.
El
peso ha ganado 2,7% frente al dólar en el último mes, el mayor repunte
entre las 24 monedas de los mercados emergentes rastreados, y más del doble que cualquier otra moneda en América Latina.
Es una historia similar para los últimos tres meses, tan solo le ganó el
rublo ruso.
A
veces se pasa por alto a Colombia debido a su mercado de divisas más
pequeño, pero es posible que esté cerca de convertirse en el centro de
atención. Se pronostica que la economía crecerá más que cualquier otra
en la región este año, la inflación es moderada y su déficit fiscal es
menos de la mitad que el de Brasil, donde las reformas han alentado a
analistas a pronosticar un repunte en el crecimiento, proyecciones que
usualmente decepcionan.
Puede
que la tasa de interés de referencia en 4,25% no sea tan atractiva como
la de 7,25% de México, pero el presidente Iván Duque es percibido como
más favorable al mercado que su contraparte mexicana, Andrés Manuel
López Obrador, lo que reduce las probabilidades de una sorpresa, la peor
pesadilla de los operadores carry.
El
banco central también ha reforzado la imagen de estabilidad,
demostrando ser menos intervencionista que sus vecinos. El peso alcanzó
un mínimo histórico en noviembre. Sin embargo, funcionarios del banco
central prefirieron no actuar mientras que sus pares en Brasil, Chile y
México sintieron la necesidad de intervenir.
El
producto interno bruto se expandirá 3,2% este año y el próximo, según
una encuesta de economistas realizada por Bloomberg. A diferencia de
Brasil, que tiene un pronóstico del PIB de 2,2%, los datos de Colombia
respaldan la perspectiva positiva, con un aumento de las ventas
minoristas de 7,4% en octubre, mientras que la producción industrial
ganó 3,1%.
Colombia
también tiene el pronóstico de déficit fiscal más estrecho entre los
principales pares latinoamericanos después de que las perspectivas de
Chile se deterioraron a medida que el gobierno aumenta el gasto tras una
serie de protestas a nivel nacional.
Además,
Colombia tiene una cobertura natural contra posibles conflictos
geopolíticos dado su gran rol como exportador de petróleo.
Las
perspectivas positivas no se limitan al peso. Jorg Friedemann, analista
de Citibank, escribió en una nota esta semana que los bancos
colombianos están preparados para ofrecer el mejor crecimiento de
ganancias por acción en el sector bancario en América Latina debido a la
“normalización de la calidad de los activos” que comenzó en la segunda
mitad de 2019, así como a un repunte en el crecimiento del crédito.
Sin
embargo, hay una nube en el horizonte. El déficit de cuenta corriente
de Colombia se está ampliando nuevamente, alcanzando 4,5% del PIB en el
tercer trimestre. No obstante lo anterior, siempre y cuando el nivel
esté controlado, el déficit impide una postura más moderada del banco
central, manteniendo las tasas a un nivel que aun podría atraer a
inversionistas extranjeros.
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