WASHINGTON.- En las semanas antes de que el presidente de Estados Unidos, Donald
Trump, dijera este mes que seguiría adelante con la designación de los
carteles mexicanos de la droga como organizaciones terroristas
extranjeras, miembros del gabinete y asesores del gobierno recomendaron
no hacerlo, dijeron cinco personas con conocimiento del
asunto.
Las recomendaciones, que algunas de las fuentes describen como
unánimes, no se habían informado previamente y se debieron en parte a la
preocupación de que dañara los lazos entre Estados Unidos y México,
poniendo en peligro la cooperación para detener la inmigración ilegal y
el tráfico de drogas en la frontera, dijeron dos fuentes, incluido un
alto funcionario del gobierno.
Además, se advirtió de que
migrantes podrían obtener asilo en Estados Unidos con el argumento de
que huyen del terrorismo, dijeron el alto cargo del gobierno y otras dos
fuentes.
Stephen Miller, uno de los asesores más influyentes de
la Casa Blanca y arquitecto de las políticas de Trump para detener la
inmigración, fue uno de los dirigentes que expresaron inquietud durante
las deliberaciones que precedieron a dos reuniones que terminaron por
archivar el plan, según dos de las fuentes.
La Casa Blanca y
Miller no quisieron hacer comentarios públicos sobre el asunto. Todas
las fuentes que hablaron con Reuters solicitaron el anonimato porque no
estaban autorizadas a discutir el tema con la prensa.
Reuters
no pudo determinar si el presidente había sido informado de las
recomendaciones antes de anunciar, durante una entrevista del 26 de
noviembre con el comentarista conservador Bill O’Reilly, que estaba
avanzando con el plan.
Menos de dos semanas después, el 9 de
diciembre, el presidente tuiteó que estaba postergando el plan a pedido
del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
El alto cargo de gobierno describió el anuncio del presidente no como una retractación, sino como un movimiento estratégico.
“Incluso
la amenaza de designación (como grupos terroristas a los carteles) fue
una palanca extremadamente útil en términos de obtener una mayor
cooperación” de México, dijo el dirigente.
El funcionario dijo
que revivir el plan sigue siendo “una posibilidad abierta” dependiendo
de la cooperación de México en asuntos como sellar la frontera al
narcotráfico y controlar la inmigración.
El gobierno
mexicano ha argumentado que equiparar a los carteles de la droga con
Estado Islámico y Al Qaeda podría abrir la puerta a una intervención
militar estadounidense.
En una reunión el 5 de diciembre con el
fiscal general de Estados Unidos, William Barr, el presidente López
Obrador expresó su oposición al plan y dijo que la constitución mexicana
no permitiría tal interferencia extranjera, explicó a Reuters el martes
un portavoz presidencial.
Después de que el plan se retrasara,
el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, tuiteó su aprecio por la decisión
de Trump y dijo que “habrá buenos resultados”.
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