ROMA.- El que fuera primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, podría
sufrir deserciones en masa en su partido Forza Italia si no alcanza los
resultados esperados en las elecciones europeas del mes que viene,
dijeron políticos del partido, poniéndose en riesgo incluso el futuro de
la agrupación.
Cualquier fragmentación de Forza Italia
consolidaría la posición del vice primer ministro Matteo Salvini, del
partido de derechas la Liga, como líder indiscutible del bloque
conservador en Italia, además de reforzar el poder del Gobierno en el
parlamento.
Por otra parte, significaría casi con toda seguridad
la retirada de Berlusconi de la primera línea política, abriendo la
puerta a un nuevo liderazgo que podría intentar reconstruir el que antes
fuera un centro-derecha moderado y ahora está asediado por por grupos
nacionalistas euroescépticos.
El
obituario político de Berlusconi lleva años escribiéndose, pero el
octogenario magnate de los medios de comunicación sigue desafiando a sus
detractores y reclamando un papel central en la vida pública italiana.
Sin embargo, os veteranos de Forza Italia cada vez están más
ansiosos por la pérdida prolongada de votantes y el liderazgo en
popularidad de la Liga, que en su día fue un socio junior de la
formación de Berlusconi.
“Para nuestro futuro es muy importante
que consigamos al menos un 10 por ciento de los votos en las elecciones
europeas”, dijo un parlamentario senior y exministro de Forza Italia
que pidió no ser identificado.
“Por
debajo de ese umbral psicológico, la gente abandonará el barco y
tratará de unirse a La Liga. Es la ley de la gravedad de Newton, las
fuerzas más grandes atraen a las pequeñas”, dijo.
Las
encuestas electorales de principios de abril pronostican que Forza
Italia consiga entre el 8,7 y el 12,1 por ciento de los votos, por
debajo del 14 por ciento que sumó en las elecciones generales de 2018,
mientras que a La Liga le conceden entre el 30,5 y 35,7 de los votos.
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