BERLÍN.- El ministro alemán de Trabajo, el
socialdemócrata Hubertus Heil, ha avanzado este domingo su plan para
elevar las pensiones contributivas mínimas en hasta 447 euros al mes, lo
que ya ha provocado las críticas de sus socios de Gobierno
conservadores.
El plan beneficiaría a entre tres y
cuatro millones de trabajadores con sueldos próximos al salario mínimo y
se financiaría a través de los impuestos, avanzó el ministro en una
entrevista en el diario "Bild".
"Mucha gente que ha trabajado toda la vida acaba en
riesgo de pobreza por los bajos salarios. Quiero cambiar eso", asegura
Heil.
Su iniciativa, agrega, encaja dentro de lo que
a este respecto se pactó en el acuerdo de Gobierno que firmaron al
principio de esta legislatura el bloque conservador de la canciller
Angela Merkel y el Partido Socialdemócrata (SPD).
Los conservadores, no obstante, han mostrado ya su desacuerdo con la
propuesta, que creen que no se ciñe a lo pactado, como explicó el
portavoz de política social del grupo conservador en el Bundestag
(Cámara baja), Peter Weiss.
Conservadores y
socialdemócratas pactaron a principios de 2018 que la renta contributiva
mínima (para aquellos con 35 años cotizados o equivalentes, como la
atención a dependientes) debía ser al menos un 10 % superior al umbral
de la pobreza.
Según la Oficina Federal de
Estadística (Destatis), el 14,4 % de los alemanes de más de 65 años
están bajo el umbral de la pobreza, una tasa que se eleva hasta el 15,6 %
en el caso de los pensionistas.
Una encuesta de la
consultora EY publicada este enero aseguraba que el 56 % de los alemanes
teme la pobreza tras la jubilación.
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