SHANGHÁI.- Las tensiones comerciales con Estados Unidos y la desaceleración de la
economía están animando a los turistas chinos a buscar destinos más
cercanos y por lo tanto más baratos para la festividad del Año Nuevo
Lunar, y es más probable que opten por Bangkok que por Sídney o San
Francisco.
Las vacaciones, que duran una semana y tendrán lugar este año en la
primera semana de febrero, son uno de los descansos más largos en China y
se espera que más de 400 millones de personas viajen por todo el país
para asistir a reuniones familiares, según la agencia de viajes china
Ctrip. Se estima que 7 millones irán al extranjero.
Los hoteles y
las agencias de viajes en países asiáticos, desde Tailandia hasta
Japón, anticipan un número mayor que hace un año de turistas chinos,
quienes se han convertido en una poderosa máquina de gasto con un gran
peso en los sectores del comercio minorista y el turismo.
Sin
embargo, recientemente las cifras de viajes a Estados Unidos, Australia y
Nueva Zelanda han disminuido o solo muestran pequeños aumentos.
“Vemos
que el crecimiento comienza a disminuir un poco y el gasto por persona,
especialmente en compras, disminuye”, dijo Hunter Williams, socio de la
consultora Oliver Wyman en Estados Unidos.
La consultora dice
que el gasto medio en compras en el extranjero hace un año fue de 5.800
yuanes (unos 750 euros), en comparación con los 8.000 yuanes de 2016 en
el Año Nuevo Lunar.
En 2018, la economía china creció a su ritmo
más lento en casi tres décadas, y los economistas esperan un nuevo
descenso este año, en parte debido al debilitamiento del gasto de los
consumidores.
He Yanping, de 26 años, que trabaja en el sector
publicitario en Pekín, está entre los que han optado por no ir demasiado
lejos para el Año Nuevo Lunar, con unas vacaciones de 11 días en
Malasia cuyo coste calcula entre 8.000 y 10.000 yuanes (entre 1.000 y
1.300 euros aproximadamente).
“En realidad quería ir a Australia, pero el problema es que está demasiado lejos, y los hoteles y el visado son caros”, dice.
Ctrip
dice que, según las reservas, los cuatro destinos más populares son
Tailandia, Japón, Indonesia y Singapur, lugares todos ellos que no
superan las siete horas de vuelo desde Pekín o Shangái.
“Los
vuelos que llegan están llenos”, dijo Ida Bagus Agung Partha Adnyana,
presidente del Departamento de Turismo de Bali. “Somos optimistas de que
las reservas serán al menos iguales (a 2018)”.
La Asociación de
Hoteles de Tailandia dijo que las reservas desde China, que se
desplomaron después de que 47 turistas chinos murieran cuando un barco
se hundió cerca de Phuket en julio, volvieron a los niveles normales.
El número de viajeros que van de China a Estados Unidos ha sufrido una
desaceleración significativa desde que comenzaron a escalar las
fricciones comerciales entre Pekín y Washington.
De julio a
septiembre, los viajes turísticos en dicha ruta cayeron un 20 por ciento
con respecto al año anterior, según el Instituto de Análisis de Turismo
Saliente de China.
“Para todos los ciudadanos, ha quedado claro
que no es políticamente correcto en este momento viajar a Estados
Unidos, especialmente por ocio”, dijo un portavoz del instituto.
Las
perspectivas para Australia y Nueva Zelanda, en años anteriores
populares destinos durante el verano, también son menos optimistas.
Du
Ge, director de ventas de Beijing Xinjie International Travel Service,
que organiza viajes a Nueva Zelanda y Australia, dijo que las reservas
antes de las vacaciones del Año Nuevo Lunar han sido débiles, lo que
atribuyó al clima económico.
“Hace tres o cuatro años, podríamos tener más de 3.000 reservas. Ahora, tal vez 1.000”, dijo.
“El
turismo se considera un lujo, algo que se puede disfrutar si tienes el
estómago lleno. Cuando caen las rentas disponibles de las personas, el
turismo se ve afectado”.
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