MADRID.- España se ha mantenido en el puesto 36 de la lista de los países más competitivos del mundo, según el último 'Ranking de Competitividad Mundial', que realiza anualmente la escuela de negocios IMD y que sitúa a la cabeza a Singapur por segunda edición consecutiva, seguido de Dinamarca, Suiza, los Países Bajos y Hong Kong.
En el caso de España, la última edición del estudio pone de
manifiesto un empeoramiento en tres de los cuatro grandes indicadores
analizados, tales como el rendimiento económico (de la posición 29 a
31), la eficiencia empresarial (de 39 a 42) y especialmente la
eficiencia gubernamental (de 40 a 44). En el ámbito de las
infraestructuras, la economía española conserva el puesto 26.
Entre las fortalezas de la economía española, según los resultados
del ranking, destaca la esperanza de vida, el índice de universitarios,
el turismo y las exportaciones de servicios. Sin embargo, entre las
debilidades, aflora la alta tasa de desempleo, el desempleo juvenil y
"la insostenible política de pensiones".
España se sitúa en la posición
59 en regulación del desempleo y el 53 en inestabilidad política.
De este modo, los principales desafíos que tiene que solucionar la
economía española, según los expertos del IMD, deben ir dirigidos a la
reducción de la tasa de desempleo y a mejorar la empleabilidad,
repensando políticas de empleo en el marco del diálogo social.
Asimismo, las políticas también deberán ir dirigidas a preservar y
fortalecer el tejido empresarial, mejorar el clima de hacer negocios
para reactivar la inversión e impulsar la digitalización y la
investigación científica, así como el desarrollo y la innovación
tecnológica. "No hay que olvidar el renacimiento de la industria, que
debe apostar por un crecimiento de alto valor añadido", apuntan.
En cuanto a la eficiencia de hacer negocios, "a España le queda
mucho recorrido en la transformación digital de las empresas y en el uso
del big data", mientras que los resultados del informe también muestran
la necesidad de hacer reformas económicas y sociales, desarrollar la
capacidad para atraer y retener talento, desarrollar una legislación
científica y mejorar en las habilidades lingüísticas.
Por segundo año consecutivo, Singapur figura a la cabeza de los
países más competitivos gracias a sus sólidos resultados económicos,
derivados de medidas contundentes en el comercio y en la inversión
internacional, así como en el mercado laboral, junto con los buenos
resultados de su sistema educativo como de su infraestructura
tecnológica.
Dinamarca ha ascendido este año a la segunda posición desde la
octava de 2019, seguido de Suiza, que ha avanzado un puesto este año, y
de Países Bajos, que ocupa la cuarta posición, frente al sexto puesto de
2019.
"Este avance de las economías pequeñas puede indicar una tendencia
a la desglobalización", apuntan los responsables de la elaboración del
ranking.
De hecho, Estados Unidos y China, las dos mayores economía
mundiales son dos de los países que pierden mayor número de posiciones
este año. En el caso de la economía estadounidense retrocede al décimo
lugar, frente al tercer puesto de 2019, mientras que China se deja seis
puestos y aparece en vigésima posición.
"Las causas hay que buscarlas en las guerras comerciales que han
revertido sus trayectorias de crecimiento, dañando tanto a EEUU como a
la economía de China", explican los responsables del ranking.
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