BRUSELAS.- La Comisión Europea ha pedido este
miércoles contar con herramientas para poder actuar contra empresas
extranjeras que lleguen al mercado europeo reforzadas con subsidios de
países como China o Estados Unidos y que pudieran desestabilizar la
competencia o acceder con ventaja a licitaciones públicas o
infraestructuras clave en la Unión Europea.
"No debemos ser ingenuos", ha pedido el comisario de Mercado
Interior, Thierry Breton, durante una rueda de prensa en Bruselas en la
que ha advertido de la necesidad de tomar medidas para evitar que las
subvenciones extranjeras "falseen" la competencia en el Mercado Único o
el acceso en pide de igualdad de las empresas a los procedimientos de
contratación pública en la UE.
El Ejecutivo comunitario presenta un Libro Blanco para explorar
los medios con que la UE debería contar en este campo y poder actuar si
una empresa extranjera recibe ayudas de Estado que le dan una ventaja
desleal sobre sus competidores europeos en el mercado único, por ejemplo
obligándole a vender activos europeos o bloqueándole el acceso a
licitaciones.
En la misma comparecencia, la vicepresidenta del Ejecutivo
comunitario responsable de Competencia, Margrethe Vestager, ha defendido
que este proyecto no se ha diseñado pensando en "ningún país en
particular", sino que habrá casos en todas las partes del mundo porque
el objetivo es asegurar igualdad de oportunidades y reciprocidad para
todos.
Breton, sin embargo, ha pedido "llamar a las cosas por su nombre" y
ha admitido que la política comercial de China plantea "dudas" antes
las que la UE quiere estar mejor preparada con nuevos instrumentos.
"Queremos enviar un mensaje claro: Todo el mundo es bienvenido, pero
quien venga deberá seguir las mismas reglas", ha añadido el comisario de
Industria.
Bruselas cifra en unos 2.000 millones de euros el valor de las
licitaciones de los mercados públicos en la UE, lo que equivale a un 15%
del PIB europeo, y ve con preocupación que no existan herramientas por
ahora para garantizar que las empresas que ganen estos concursos lo
hacen "con las mismas armas".
En un momento en el que la Unión Europea prepara un importante
fondo de recuperación para salir de la crisis generada por el
coronavirus, ha avisado Breton, "se gastará mucho dinero público" y "no
es posible" que se siga sin contar con instrumentos para proteger el
mercado común.
A partir de ahora se abre un periodo de consulta pública que
terminará en el mes de septiembre, cuando Bruselas pasará a analizar los
resultados y realizar una evaluación de impacto, que resulte en una
propuesta concreta en 2021 que pueda salir adelante con celeridad.
De este modo, Bruselas quiere dar armas para responder a la
preocupación del bloque frente al riesgo de que potencias extranjeras
puedan comprar compañías europeas estratégicas cuyo valor a caído en los
últimos meses, lastradas por el impacto de la crisis generada por el
coronavirus.
El Ejecutivo comunitario cree que hay un riesgo elevado de que
esta situación fragmente el mercado único en un momento en que la UE
aspira a reducir su dependencia del exterior, pero también que
desequilibre la competencia justa.
Por ello, reivindica poderes para poder cubrir el "vacío"
regulatorio del que se benefician empresas extranjeras que reciben
subsidios de sus países de origen, en donde no se aplican los mismos
estándares "de control y transparencia" que se imponen en la Unión
Europea a las ayudas de Estado, según ha sostenido Vestager.
El Libro Blanco apunta ya distintos escenarios en los que ya sea
el Ejecutivo comunitario o las autoridades nacionales de los Estados
miembros deberían poder actuar si una empresa cuenta con ayudas públicas
que le permiten comprar empresas europeas, si se detecta una ventaja
desleal en su actividad en el mercado único o si el apoyo de terceros
países permite a firmas extranjeras competir en licitaciones con precios
bajo coste.
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