MADRID.-
El Congreso de los Diputados español aprobó el jueves comenzar la
tramitación parlamentaria de un impuesto del 3% a determinados servicios
digitales como la publicidad y servicios de intermediación online.
La
popularmente conocida como "tasa Google", al considerase dirigida a las
grandes tecnológicas estadounidenses que a menudo contabilizan sus
utilidades en países con bajos cobros tributarios, es una iniciativa que
también impulsan otros socios de Estados Unidos y que podría abrir otro
frente comercial con Europa.
El
impuesto se aplicaría sobre ventas digitales registradas localmente a
empresas con una facturación anual de al menos 750 millones de euros e
ingresos en España superiores a 3 millones de euros. Esto incluiría a
los gigantes estadounidenses Facebook, Google -filial de Alphabet Inc-,
Apple y Amazon.
La recaudación estimada por el Gobierno con la tasa es de 1.000 millones de euros (1.120 millones de dólares).
El
martes, la Oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos dijo
que iba a abrir una investigación en el marco de la "Sección 301" sobre
impuestos a servicios digitales que han sido adoptados o están siendo
considerados por España y otros socios comerciales de Estados Unidos.
"Estamos
preparados para tomar todas las medidas apropiadas para defender a
nuestros negocios y trabajadores contra cualquier discriminación", dijo
el representante de Comercio estadounidense, Robert Lighthizer.
La
tramitación de la tasa llevará unos tres o cuatro meses, a la luz de
los retos que supondrá acordar un texto final para el Gobierno en
minoría del presidente socialista Pedro Sánchez.
Además,
el impuesto español, que está alineado con las propuestas de la UE,
sólo entrará en vigor si los estados miembros de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo (OCDE) llegan a un acuerdo para lanzar una
tasa digital conjunta.
La
ministra de Hacienda, María Jesús Montero, dijo en la cámara baja que
se trataba de una "decisión provisional" hasta que se apruebe un
reglamento a nivel internacional o al menos europeo.
Francia
está entre los países de la UE que ya han aprobado un impuesto digital
que tiene previsto aplicar este año, independientemente de si se avanza
hacia un acuerdo en el ámbito de la OCDE.
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