PARÍS.- Los trabajadores de la construcción regresaron el lunes a la
incendiada catedral de Notre-Dame de París para reanudar la gigantesca
tarea de reconstrucción, después que el brote de coronavirus forzara a
detenerla durante un mes y medio.
El 15 de abril del año pasado,
un incendio arrasó parte del edificio de 850 años de antigüedad ubicado a
orillas del río Sena. Las llamas destruyeron la aguja y el techo, que
fueron alcanzados dentro de los 30 minutos de iniciado el fuego.
El
presidente francés, Emmanuel Macron, prometió reconstruirla en cinco
años, pero hasta ahora el trabajo ha sido lento. Las demoras estuvieron
causadas por el plomo tóxico liberado por el fuego, tormentas de
invierno y luego por la epidemia del COVID-19, que forzó su cierre en
marzo.
Monseñor
Patrick Chauvet, rector de la catedral, dijo que el trabajo que comenzó
el lunes tenía como objetivo hacer que el sitio cumpliera con las
reglas de distanciamiento social para que las obras pudieran reanudarse.
Agregó que las duchas para los trabajadores iban a modificarse y que
los vestuarios se iban a adaptar para reducir el riesgo de infección.
“Es
cierto que hemos perdido un mes y medio”, dijo Chauvet. Pero dijo que el proyecto estaba encaminado a cumplir el
plazo de los cinco años de Macron”, agregó.
“Eso no significa que
se completará toda la restauración, pero quiere decir que podremos
volver a entrar a la catedral”, afirmó.
Chauvet
dijo que la primera tarea, una vez que el trabajo se ponga en marcha,
era quitar la maraña de andamios metálicos que se derritieron en el
fuego y se enredaron en la estructura de la catedral.
“Cuando eso se remueva, podremos decir que la fase de hacerla segura habrá sido completada”, concluyó.
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