WASHINGTON.- Georgia comenzó el lunes a permitir las cenas en restaurantes y la
proyección de películas en cines, mientras más estados de Estados
Unidos, desde Minnesota hasta Misisipi, suavizaban las restricciones
frente al coronavirus, pese a las advertencias de expertos en salud.
Deseosos de revitalizar sus maltratadas economías, Colorado, Montana y
Tennessee también estaban dispuestas a permitir la reapertura de
algunos negocios.
Alaska, Oklahoma y Carolina del Sur, junto con
Georgia, ya habían dado el paso tras semanas de confinamientos
obligatorios que dejaron sin trabajo a millones de estadounidenses.
En
Nueva York y Nueva Jersey, los estados más afectados y parte de una
región metropolitana de unas 32 millones de personas, los gobernadores
señalaron que faltaban semanas para tener siquiera una apertura limitada
del comercio.
El presidente Donald Trump y algunos funcionarios
locales criticaron al gobernador de Georgia, Brian Kemp, por las medidas
que permitieron que restaurantes y teatros abran sus puertas, tal como
habían hecho la semana pasada peluquerías y salones de tatuajes.
Los
cierres de empresas han llevado a un récord de 26,5 millones de
estadounidenses a solicitar ayuda por desempleo desde mediados de marzo,
con pronósticos del gobierno de Trump de que la tasa de desocupación
probablemente haya subido al 16% o más en abril.
Las
autoridades de salud pública advierten que el aumento de las
interacciones humanas y de la actividad económica puede provocar una
nueva oleada de infecciones, pese a que las medidas de distanciamiento
social parecen estar controlando los casos de coronavirus.
El
número de infecciones conocidas en Estados Unidos superó las 970.000 y
las muertes por COVID-19, la enfermedad respiratoria altamente
contagiosa causada por el virus, superaron las 55.000, según un recuento
de Reuters.
Los funcionarios en Nueva York, Nueva Jersey y
Massachusetts han insistido durante semanas que se necesitan más pruebas
y rastreo de contactos de infectados antes de que puedan implementar un
plan para relajar el confinamiento y otras restricciones.
Las
pautas federales emitidas por Trump exigen que un estado cumpla 14 días
de disminución del número de casos antes de avanzar con una relajación
gradual de las restricciones.
El gobernador de Nueva York, Andrew
Cuomo, dijo el lunes que los confinamientos probablemente seguirán más
allá del 15 de mayo en muchas partes del estado, pero que las
restricciones podrían relajarse en algunas zonas que tengan suficiente
capacidad hospitalaria y cumplan con otros criterios.
Cuomo
también dijo en una rueda de prensa diaria que en Nueva York se han
examinado 7.500 personas para detectar anticuerpos contra el COVID-19,
la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, y que el 14,9 por ciento
dio positivo, lo que indica que estuvieron infectadas y sobrevivieron.
Cuomo
aseguró que esto respalda su convicción de que la tasa de mortalidad
del COVID-19, que se calcula dividiendo el número de muertes por la tasa
de infección implícita por la prueba de anticuerpos, puede ser menor de
lo que algunos expertos habían temido.
“La tasa de mortalidad es mucho, mucho más baja porque cambia el denominador”, dijo Cuomo.
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