PARÍS.- El nuevo coronavirus
superó este sábado la cifra de 150.000 afectados en el mundo y, los
países, desde Estados Unidos a España, pasando por Rusia, cierran
fronteras y aceleran las medidas destinadas a atenuar el impacto de la
pandemia.
En España, el país europeo junto a Italia donde la
pandemia progresa más, hubo 1.500 nuevos contagios en las últimas 24
horas, acercándose a los 6.000 afectados y con más de 180 muertos.
El gobierno español, que decretó el estado de alarma,
impuso un confinamiento casi total para los ciudadanos, que solo podrán
salir por razones laborales o de primera necesidad, como comprar comida.
Además de limitar la circulación de personas, el gobierno del
presidente Pedro Sánchez, cuya esposa dio positivo por coronavirus,
ordenó la clausura de todos los comercios y locales de ocio no
indispensables, y ratificó la suspensión de las clases.
Francia también ordenó el
cierre de los locales públicos "no esenciales", como bares,
restaurantes y cines, y aumentó el nivel de alerta a fase 3. Solo podrán
abrir los comercios relacionados con la alimentación, las farmacias,
los bancos, los estancos y las gasolineras. Pero se mantuvieron las
elecciones municipales de este domingo.
La COVID-19 ya ha matado a
más de 5.700 personas en 137 países, según el recuento a
partir de cifras oficiales, que sitúan los contagiados en 151.767.
Ese recuento, sin embargo, oculta el verdadero impacto de
la pandemia, ya que los métodos de conteo difieren de un país a otro y
en naciones como Venezuela, donde se anunciaron los dos primeros casos,
puede poner en jaque al devastado sistema sanitario.
El presidente
estadounidense, Donald Trump, que dio luz verde a un acuerdo con los
demócratas para un gran plan de lucha contra la COVID-19, anunció que se
había sometido al test del coronavirus, cuyos resultados dieron
negativo.
Ante la propagación de la pandemia, los gobiernos
adoptan medidas para limitar los viajes o las concentraciones de
personas, cerrando fronteras y ordenando la suspensión de vuelos.
Estados Unidos, que estremeció a la economía mundial al
prohibir los vuelos procedentes de Europa por 30 días, extenderá la
medida al Reino Unido.
Austria anunció el cierre de casi todas sus estaciones de esquí. Suiza hizo otro tanto.
La ONU anunció el primer caso entre el personal en su sede en Ginebra.
Criticado
por su lentitud para reaccionar, en un país que cuenta 1.140 casos, de
los cuales 21 mortales, el gobierno británico de Boris Johnson se
dispone a prohibir las reuniones masivas. La reina Isabel II dio ejemplo
cancelando varios compromisos.
Rusia
decidió cerrar sus fronteras terrestres a los extranjeros, Noruega
anunció el cierre de puertos y aeropuertos y Marruecos suspendió sus
vuelos con procedencia o destino en 29 países.
En Israel se
cerrarán todos los restaurantes, hoteles, centros comerciales,
cafeterías y gimnasios y se prohibirán las reuniones de más de diez
personas.
El primer ministro Benjamin Netanyahu tiene la intención
de pedir al gobierno que apruebe el uso de "tecnologías utilizadas en
la guerra contra el terrorismo" para rastrear los movimientos de los
israelíes infectados.
En África, las celebraciones del Día de la Independencia se han cancelado en Senegal (22 casos).
Europa es hoy por hoy el centro de la epidemia, según la OMS.
China,
país de origen de la pandemia, con más de 3.000 muertos, registra en
cambio cifras diarias bajísimas de contagio y fallecimientos. Solo dio cuenta de 20 nuevos infectados.
Pero la COVID-19 llega a
nuevos países. En las últimas horas se detectaron los primeros casos en
Ruanda y Guinea Ecuatorial, y Ecuador y Dinamarca registraron su primer
muerto.
Italia, el segundo país con más decesos detrás de China
(1.441 muertos y 21.157 casos), vivía un fin de semana en silencio, su
población recogida en los domicilios. Milán y Roma cerraron los parques.
En todo el planeta, la epidemia vacía poco a poco las
calles, confina en casa a millones de ciudadanos y transforma las vidas
cotidianas. El saludo con un beso, el café en la barra del bar, las
reuniones de trabajo o ver una película en el cine se convierten en
actos cada vez más raros, o imposibles.
La fotografía de una
enfermera italiana, exhausta y dormida sobre el teclado de su ordenador
se ha convertido en la imagen del agotamiento extremo del personal
sanitario.
"Podría trabajar 24 horas seguidas si fuera necesario,
pero no oculto que en este momento estoy ansiosa porque lucho contra un
enemigo que no conozco", declaró la enfermera, Elena Pagliarini.
El
desafío del nuevo coronavirus, que afecta particularmente a los
ancianos, está provocando una carrera contrarreloj de laboratorios para
hallar una vacuna.
El plan acordado por Trump y los demócratas
prevé acelerar la puesta en marcha de la distribución de kits de
autodiagnóstico para la población, lo que permitiría actualizar las
cifras de afectados en ese país, actualmente en más de 2.000.
El estado de emergencia
declarado en Estados Unidos provocó un rebote espectacular en Wall
Street tras una semana sombría para las bolsas.
Como un símbolo,
el gigante estadounidense Apple anunció el cierre de todas sus tiendas
hasta el 27 de marzo, excepto en China, donde acaba de reabrirlas.
Y los parques de atracciones Universal Orlando Resort cerrarán al menos hasta finales de marzo.
En
América Latina, Colombia anunció el cierre de los pasos fronterizos con
Venezuela y restringió la entrada de extranjeros. Venezuela se declaró
en "estado de alarma" y Uruguay decretó la emergencia sanitaria y el
cierre parcial de fronteras. Ecuador, Bolivia y Guatemala han reforzado
las restricciones.
En Chile, dos cruceros, con alrededor de 1.300 personas a bordo, han sido puestos en cuarentena.
La capital de Filipinas estará en cuarentena un mes, con los accesos por carretera cerrados y los vuelos nacionales suspendidos.
En
el deporte siguen produciéndose las anulaciones o postergaciones pero
Japón insiste en que celebrará los Juegos Olímpicos en Tokio en julio.
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