PARÍS.- La propagación de
COVID-19 y la cancelación de vuelos en cascada, primero con Asia y ahora
con Italia, hacen temblar al sector del transporte aéreo, que teme
quiebras y pide ayuda a los gobiernos.
Tras Asia, ahora es Italia
donde los desplazamientos en todo el país han sido limitados desde el
lunes, la más afectada por el coronavirus.
Después del anuncio del confinamiento en Italia, España
fue este martes el primer país en anunciar la suspensión de todas las
conexiones aéreas con dicho país hasta el 25 de marzo.
Por su
parte, Air France anunció la suspensión de todos sus vuelos con Italia
desde el 14 de marzo al 3 de abril y Ryanair suspendió todos sus vuelos a
la península, al igual que la compañía húngara de bajo costo Wizz Air.
La
epidemia que comenzó en China a finales de diciembre está provocando la
crisis más grave para el sector del transporte aéreo desde los
atentados del 11 de septiembre de 2001 en EEUU y la crisis financiera de
2008-2009. Esta última hizo que el sector cayera en picado para luego
volver a crecer, en 2010.
Desde hace más de un mes, las compañías
aéreas y los aeropuertos deben hacer frente a la vez a medidas de
confinamiento -como en China o Italia-, la prudencia de los turistas que
retrasan sus viajes y las cancelaciones en cascada de ferias y de
desplazamientos profesionales.
Algunas, como Lufthansa, han
tenido que dejar parte de sus aviones en tierra, mientras que otras,
como Air France, realizan el mantenimiento anticipado de sus aeronaves o
las redistribuyen en zonas menos afectadas.
La preocupación es
generalizada en el sector, sobre todo porque la temporada del verano
(boreal), habitualmente buena para el transporte aéreo, comenzará a
principios de abril, ya lastrada por importantes pérdidas de tráfico
hacia Asia, sobre todo China, y ahora Italia.
Por su parte, la
compañía aérea Iran Air anunció este martes que reanuda sus vuelos a
Europa, tras haberlos suspendido durante dos días debido a una decisión
supuestamente vinculada a una prohibición a sus aviones en el cielo
europeo.
En Europa, el descenso
de la asistencia a los aeropuertos fue del 13,5% en los tres primeros
meses del año, según ACI Europe, que agrupa a 500 aeropuertos en 46
países.
La compañía aérea de bajo costo Norwegian Air Shuttle canceló unos 3.000 vuelos entre mediados de marzo y mediados de junio.
Y en el otro lado del Atlántico, American Airlines y Delta cancelarán vuelos adicionales para hacer frente a la epidemia.
Southwest,
una de las principales compañías estadounidenses, reducirá de un 20% a
un 25% sus vuelos internacionales y de un 10% a un 15% en Estados Unidos
y Canadá.
Ante este "choque sin precedentes" para la industria
del transporte aéreo, la ACI pidió al gobierno italiano que aplique
medidas de apoyo de emergencia.
Muchas compañías aéreas han pedido
a la Comisión Europea una "moratoria" para derogar una regla que exige a
los transportistas el uso del 80% de las franjas horarias aéreas
asignadas, para poder conservarlas en la temporada siguiente y así
evitar tener que garantizar "vuelos fantasmas", sin pasajeros, para no
perderlas.
La comisión indicó este martes que va a "presentar rápidamente" un proyecto de ley en este sentido.
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