BUENOS AIRES.- Argentina
registró en enero pasado, el primer mes con Alberto Fernández como
presidente, una inflación interanual del 52,9 % y una mensual del 2,3 %,
siendo esta la más baja desde julio de 2019, poco antes de que en
agosto se agravara la crisis económica que asola al país desde hace casi
dos años.
Según
los datos publicados este jueves por el Instituto Nacional de
Estadísticas y Censos (Indec), el sector de la recreación y la cultura
fue el peor parado, ya que los precios subieron un 5 %, seguido por uno
esencial: los alimentos y bebidas no alcohólicas, que aumentaron un 4,7
%.
Esto
se da a pesar de que una de las medidas implantadas por el nuevo
Gobierno fue reactivar un plan de "precios cuidados" para productos de
alto consumo, que se suma a otras como la congelación temporal de las
tarifas de servicios públicos y las fuertes restricciones a la compra de
dólares, para evitar una nueva devaluación del peso, que siempre se
traduce en un aumento de los precios.
Con
todo, y a pesar de seguir siendo elevada, la inflación suma dos meses
consecutivos cayendo y el dato conocido hoy mejora las expectativas del
propio presidente del Banco Central, Miguel Pesce, que esta semana llegó
a aventurar que daría una cifra por debajo del 3%, y de las últimas
proyecciones privadas que recaba la autoridad monetaria, que calculaban
que sería del 3,5 %.
Para todo 2020, esos expertos auguraron en su último informe, publicado el 4 de febrero, una inflación del 41,7 %.
"Siento
que los argentinos poco a poco van a ver que esto va a ir mejorando. El
consumo va creciendo. (...) Las marcas de precios cuidados crecieron
hasta el 200 % en ventas. Evidentemente hay un mecanismo de crecimiento
del consumo que estamos promoviendo", expresó hoy el mandatario, que
asumió el poder el 10 de diciembre de 2019, en una entrevista con Radio
Rivadavia.
Fernández
reconoció que Argentina está en momento "muy difícil" por la situación
"caótica" que a su juicio dejó su antecesor, el conservador Mauricio
Macri (2015-2019) y la alta deuda externa cuyo pago el Gobierno ya
negocia con los acreedores, pero afirmó que en 2020 el país va a "estar
mejor de lo que fue el año anterior", con "muchas cosas más ordenadas,
pero no todo".
El
índice de precios al consumidor (IPC) del 52,9 % registrado en enero,
en comparación con el mismo mes de 2018, llega después de que la
inflación acumulara en 2019 una subida del 53,8 %, la más alta junto con
la de 2018 -que fue del 47,6 %- desde 1991, tras la hiperinflación de
1989 y 1990.
El
mes pasado, cuando el IPC subió un 2,3 % respecto a diciembre, solo la
salud (-2 %) y el equipamiento y mantenimiento del hogar (-1,3 %) vieron
descender sus precios.
Hay
que remontarse hasta julio, cuando se anotó un 2,2% y el Ejecutivo de
Macri empezaba a presumir de una desaceleración de la inflación, para
encontrar un dato menor al 2,3 % mensual registrado este enero.
Ya
en agosto, la abrupta devaluación del peso y turbulencias bursátiles
que provocaron los resultados de las elecciones primarias, en las que
Fernández superó ampliamente a Macri y se posicionó como favorito para
las generales de octubre, empujaron la cifra de inflación al 4 %, a la
que siguió el 5,9 % de septiembre, el 3,3 % de octubre, el 4,3 % de
noviembre y el 3,7 % de diciembre.
Al
asumir el cargo, el Gobierno de Fernández advirtió que llevará tiempo
bajar la tasa de inflación anual a niveles de un dígito y apostó por no
atacar el problema sólo con la política monetaria sino con una
estrategia macroeconómica "integral".
Este
jueves, al comparecer en el Congreso para explicar detalles de las
negociaciones con los tenedores de la deuda pública, el ministro de
Economía, Martín Guzmán, reiteró que el país vive "una profunda crisis
económica y social" y se mostró muy crítico con la gestión macrista, a
la que acusó de haber establecido un esquema económico que provocó
fueres aumentos de la pobreza y la indigencia.
"Necesitamos
tener una moneda propia que sea confiable. El peso no es una moneda
confiable, es una moneda extremadamente volátil, de las más volátiles
del mundo, y necesitamos recuperar la capacidad de invertir, pero para
ello necesario la capacidad de ahorro en moneda propia", consideró.
Esta
semana se torna crucial para la situación económica del país,
principalmente por la llegada al país de una delegación del Fondo
Monetario Internacional (FMI) para, hasta el día 19, mantener reuniones
con autoridades para, entre otros asuntos, abordar la situación de la
deuda, que incluye el millonario préstamo que el organismo aprobó en
2018.
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