ROMA.- Las cancelaciones de
reservas en los hoteles italianos aumentaron notablemente esta semana,
incluso en las ciudades que no han sido afectadas por el nuevo
coronavirus, causando fuerte preocupación en ese sector clave para la
economía de la península.
Italia es el país más afectado de
Europa, con más de 500 casos y 14 fallecidos, más de la mitad en
Lombardía, la región del norte que incluye la capital económica de
Milán.
"No recibimos reservas, sólo cancelaciones... La ocupación
promedio de los hoteles en Milán en este momento es de alrededor del
20% frente al 85-90% en general durante este período del año", reconoció el presidente de la asociación italiana de hoteleros
Federalberghi, Maurizio Naro.
Milán alberga varias ferias
internacionales entre febrero y abril, incluidas las de gafas (Mido) y
la del mueble y diseño, las cuales han sido aplazadas debido a la
epidemia.
"Para el período comprendido entre el 24 de febrero y
finales de abril, un millón y medio de reservas fueron canceladas, lo
que representa una pérdida de 200 millones de euros, dinero que se
esfumó", dijo Naro.
El dirigente, propietario del Four Points by
Sheraton Milan Center, contó que solo 51 habitaciones de 239 estaban
ocupadas el miércoles.
"Es un desastre, podemos resistir algunos
unos días, pero si sigue así se vuelve un problema difícil. Algunos de
mis colegas han cerrado por unos días e incluso toda la semana",
lamentó.
En la célebre
Venecia, la capital de la región Véneto, al noreste, donde se han
identificado alrededor de cien casos de contagio, el impacto también es
significativo.
Si bien se esperaba una ocupación de los hoteles
de alrededor del 95% esta semana por el famoso carnaval, sólo el 45%
contaba con clientes debido a la suspensión del evento.
Para
Michele Masnada, de 52 años, que trabaja en un bar, y Emanuele
Tagliapietre, un gondolero de 51 años, las medidas tomadas por las
autoridades son "excesivas".
"La gente se asustó y canceló muchas
reservas de hotel y paquetes turísticos", comentó Masnada. Pero "sin
turismo, Venecia muere", lamenta.
"Nunca había visto Venecia así,
tan desierta", subraya por su lado el gondolero Tagliapietre. "Eso ha
puesto de rodillas a Venecia", sostiene.
Los turistas presentes intentan en cambio ver la situación con filosofía.
"Estoy
triste porque el carnaval se canceló antes de que se acabara, pero al
mismo tiempo estoy feliz (...) de tener la ciudad toda para mí (...)
para tomar fotos libremente", dice Jeff Hirsch, un fotógrafo de Estados
Unidos.
"Mi única decepción es, por supuesto, que los museos y los
principales monumentos están cerrados", como el Palacio Ducal, señala.
Para
Muriel Debrosse, una turista francesa, Venecia sin carnaval ni tantos
visitantes, tiene "una atmósfera completamente diferente, parece una
ciudad muerta, un pueblo fantasma, pero sigue siendo mágica".
Si bien el turismo pesa
el 13% del PIB italiano, las cancelaciones también afectan a regiones
donde no se han registrado casos de contagio.
Es el caso de Roma, donde más del 50% de las reservas registradas hasta finales de marzo han sido canceladas.
La situación es aún más grave en la región montañosa de Friuli-Venezia Giulia (noreste), donde no se ha registrado ningún caso.
"El 95% de las reservas para las vacaciones de montaña se cancelaron hasta finales de marzo", según las cifras.
Durante
las tres semanas más deseadas para los deportes de invierno, "no vamos a
contar con clientes", dice Paola Schneider, presidenta de la asociación
de hoteleros de la región.
"Ha habido un pánico general, una
psicosis... La gente está convencida de que el coronavirus está en todas
partes de Italia", lamenta por su parte el propietario del hotel
Riglarhaus, ubicado en Sauris, a 1.200 metros sobre el nivel del mar.
Se trata de una situación "dramática", dice.
El
sector pide al gobierno y a las autoridades de las regiones que tomen
medidas para apoyar al sector y frenar el alarmismo generalizado.
Como
respuesta el ministro de Relaciones Exteriores italiano, Luigi Di Maio,
intentó calmar este jueves al mundo e instó a los turistas a volver y
explicó que el foco del nuevo coronavirus se encuentra en una pequeña
área circunscrita.
"Nuestros hijos van a la escuela. Si nuestros
hijos van a la escuela, también pueden venir turistas y empresarios",
aseguró Di Maio en una concurrida conferencia de prensa en Roma en la
sede de los corresponsales extranjeros.
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