KATMANDÚ.- Más de 6.000 búfalos fueron sacrificados este martes en el sur de Nepal con motivo de un ritual que se repite cada lustro en agradecimiento a una diosa hindú y que continuará con la muerte de miles de otros animales, aunque en menor número que otros años gracias a las protestas de activistas.
Más de un millón de devotos hindúes llegados de todo Nepal y la vecina India acudieron a presentar sus ofrendas a la diosa Gadhimai en
el distrito de Bara, a unos 100 kilómetros al sur de Katmandú, explicó el sacerdote del templo en honor a la divinidad, Mangal Chaudhary.
"Este
año, el día propicio para sacrificar a los animales era el martes, el
resto de animales serán sacrificados el miércoles", dijo Chaudhary.
La
organización del festival no ha revelado cuántos búfalos derramarán su
sangre exactamente, aunque un miembro del comité aseguró que podría
tratarse de más 6.000.
"Había unos 6.000 búfalos guardados en un campo de fútbol y otros 500 fuera", dijo el organizador, que pidió el anonimato.
A diferencia del último festival, celebrado en 2014, este año no están permitidas las fotografías ni hablar con los medios.
A
los búfalos, cuya carne será ofrecida a los devotos en forma de ofrenda
para su consumición, se sumarán miles de cabras y aves.
La
carne de búfalo es consumida por las castas más bajas del hinduismo de
forma habitual, aunque la de macho cabrío y pollo tiene más aceptación.
Un
vecino, Pawan Yadav, señaló que unos 300 carniceros armados con
espadas y cuchillos acudieron a la zona para sacrificar a la enorme
cantidad de animales, en el que probablemente es el mayor sacrificio
ritual del mundo.
"He venido
porque tengo mucho respeto por la diosa Gadhimai", dijo Pawan Yadav. La
gente suele rogar a la divinidad tener hijos o éxito en alguna empresa, y
cuando se cumple, sacrifican a un animal.
Upendra
Prasad Yadav (sin relación con el anterior), el alcalde del municipio
de Mahagadhimai donde se celebra el evento, explicó que este año
esperan a 6 millones de visitantes, la mitad de ellos de la India.
Devotos
hindúes han publicado imágenes en las redes sociales en las que se
aprecia la cantidad de peregrinos reunidos para presenciar los
sacrificios, algunos encaramados a árboles para ver mejor, a pesar de
los esfuerzos de activistas y de la India para ponerles obstáculos.
En 2009 se sacrificaron más de medio millón de búfalos, cabras, pollos y otros animales,
dando a la festividad el título de mayor matanza ritual del mundo, pero
en 2014 su número se vio reducido drásticamente y la tendencia ha
continuado en esta edición.
Una de las causas fue la orden del Tribunal Supremo de la India al Gobierno de Nueva Delhi de prohibir el tráfico de animales hacia su vecino del norte.
Chaudhary, el sacerdote organizador de la festividad, espera este año al menos 30.000 sacrificios.
"Hay menos animales en el templo este año, pero el número de visitantes no ha caído", explicó.
Las
imágenes de miles de búfalos decapitados, abatidos sobre un suelo de
paja ante una multitud de peregrinos hindúes, horrorizan a los
defensores de los animales.
Pero, recordó uno de los organizadores, se trata de una cuestión de fe "muy arraigada".
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