WASHINGTON.- Estados Unidos impuso este lunes sanciones contra nueve figuras del
círculo del líder supremo iraní, Ali Jameneí, y exigió la liberación de
los ciudadanos norteamericanos que aún siguen retenidos en Irán, con
motivo del 40 aniversario de crisis de rehenes en la embajada
estadounidense en Teherán.
Entre los sancionados están el jefe del Poder Judicial de Irán,
Ebrahim Raisí, y el segundo hijo del líder supremo, Mojtaba Jameneí,
informó el Departamento del Tesoro estadounidense, que ya impuso
restricciones financieras al propio ayatolá el pasado junio.
“Hoy golpeamos a los funcionarios no elegidos popularmente que rodean
al líder supremo de Irán, el ayatolá Jameneí, e implementan sus
políticas desestabilizadoras”, dijo en un comunicado el secretario del
Tesoro, Steven Mnuchin.
Los sancionados están relacionados con diversas “acciones malvadas
del régimen”, incluidas “ejecuciones extrajudiciales” y el atentado de
1994 contra la sede de la Asociación Mutualista Israelita Argentina
(AMIA), que dejó 85 muertos, aseguró Mnuchin.
Uno de los afectados es el consejero de Asuntos Exteriores del líder
supremo iraní, Alí Akbar Velayati, requerido por la Justicia argentina
en relación con el atentado a la AMIA, que 22 años después permanece
impune.
Las sanciones afectan también a la oficina general de las Fuerzas
Armadas de Irán, que según Washington es la entidad militar más
importante del país, y a su líder, Mohamed Bagheri.
El anuncio coincidió con la conmemoración del 40 aniversario de la
toma de la embajada de Estados Unidos en Teherán en 1979, que derivó en
una crisis que mantuvo retenidos a más de medio centenar de
estadounidenses en la legación durante 444 días.
“Cuarenta años después (de la crisis), el régimen revolucionario en
Teherán ha demostrado una y otra vez que sus primeros actos tras llegar
al poder fueron una señal clara de su carácter malvado”, afirmó en otro
comunicado el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo.
“El régimen sigue deteniendo injustamente a estadounidenses y
apoyando a grupos terroristas como (la milicia libanesa) Hizbulá, que
practican la toma de rehenes”, agregó Pompeo.
El titular de Exteriores pidió la liberación de “todos los
estadounidenses detenidos o desaparecidos en Irán”, mientras su Gobierno
señalaba esos arrestos como la prueba de que el Gobierno iraní “no ha
cambiado” desde la crisis de 1979.
Pompeo anunció además una recompensa de 20 millones de dólares por
cualquier información que ayude a encontrar a Robert Levinson, un
exagente del FBI desaparecido en Irán en 2007.
Las sanciones recién anunciadas congelan cualquier activo bajo
jurisdicción estadounidense de los afectados y exponen a posibles
represalias a instituciones extranjeras que les ayuden a hacer negocios.
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