ASUNCIÓN.- El
transporte fluvial de Paraguay, que mueve el 90 % de su comercio
internacional, está en estado crítico por la bajada de los ríos Paraguay
y Paraná, que sirven como ruta de salida y entrada de productos a
Argentina, Bolivia y el sur de Brasil.
Juan
Carlos Muñoz, vicepresidente del Centro de Armadores Fluviales y
Marítimos (CAFyM), dijo este lunes que la situación "es muy
delicada" ya que no se prevén grandes lluvias hasta dentro de tres
meses, cuando comience el transporte de soja, grano del que Paraguay es
cuarto exportador mundial.
Muñoz
consideró que este período de estiaje se ha vuelto "atípico por la
velocidad" de la bajada de los niveles del Paraguay y del Paraná, que
desembocan en la cuenca del Plata.
De momento el sector no tiene cuantificado el impacto económico del fenómeno y los trastornos logísticos del mismo.
"Lo
que está pasando es que se agravan las incidencias, hay mayores
tiempos, mayores costos logísticos de entre un 20 y 30 % que lo pagan
todos, el consumidor, el productor, lo pagamos nosotros como prestadores
de servicios", apuntó.
En
la actualidad, la altura de esos ríos mantienen una profundidad
navegable de entre 2,13 y 2,74 metros, con canales muy angostos que
complican la travesía, por lo que los armadores solicitaron al Gobierno
"poner más dragas en las zonas de navegación".
El
CAFyM está a la espera de que las autoridades de Argentina, país con el
que Paraguay comparte ambas rutas fluviales, le autorice a dragar
puntos críticos aguas abajo de la represa binacional de Yacyretá.
A
través del Paraná, la navegación comercial mueve al año unos tres millones
de toneladas de soja, derivados de este grano y arroz, pero esta vía no
está siendo utilizada desde hace 40 días, afirmó Muñoz, para quien
parte del problema se debe a la "enorme deforestación en las cuencas
alta de Paraguay y el Paraná, en Brasil.
"Hoy
la región central suramericana no tienen un régimen de lluvia que tenía
a principios del siglo XX o hasta la década de los 80 o 90", resaltó
El
transporte fluvial paraguayo, que abandera gran parte de los buques de
la Cuenca del Plata, solventa este mal momento gracias a que sus buques
"están adaptados a un esquema que permite una navegabilidad a pleno" en
aguas bajas, indicó el empresario.
"Lo
ideal es tener 10 pies de calado, 3,10 metros", subrayó Muñoz, al hacer
hincapié en que solo una gran lluvia podría cambiar la situación si se
tiene en cuenta que no se pueden acometer grandes obras de dragado en
período de aguas bajas.
El
transporte fluvial por los ríos Paraná y Paraguay, que divide a al país
en dos regiones, permite el traslado de enormes convoyes de
contenedores con productos agropecuarios como soja y carne o minerales
como el hierro que se explota en la frontera de Bolivia y Brasil.
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