BUENOS AIRES.- El Gobierno de Mauricio Macri
defendió en un documento divulgado anoche que los cuatro años de
su gestión van a dejar al próximo presidente de Argentina, el peronista
Alberto Fernández, un país "listo para crecer" gracias a una herencia
económica "sin magia, sin mentira y sin ficción".
En el texto "ocho puntos sobre la economía",
el Ejecutivo saliente reconoce los problemas que existen en la
actualidad -tras más de año y medio de recesión- pero destaca los logros
conseguidos con el "esfuerzo" que han hecho para revertir otra
"herencia", la que dejó en 2015 la expresidenta Cristina Fernández de
Kirchner, que ahora será vicepresidenta.
Este
documento ya ha generado polémica, después de que el presidente electo,
que junto a la exmandataria ganó las elecciones del 27 de octubre
pasado y asumirá el mando el 10 de octubre próximo, haya pedido desde
México, en una entrevista televisiva, que su antecesor y su equipo paren
con la "mentira".
"Hace dos años nadie pensaba que Argentina iba a tener la crisis que tiene y es producto de la gran inoperancia del Gobierno", destacó Fernández en declaraciones al canal C5N.
Macri,
que llegó al poder tras 12 años de kirchnerismo, se encontró en ese
tiempo, según el texto, con un "banco central sin reservas", un "déficit fiscal brutal",
un "desempleo mentiroso y una pobreza estructural altísima", elevada
inflación, un tipo de cambio atrasado y un Estado "arrasado" y empresas
públicas "quebradas".
"Es
cierto que en 2019 hay problemas. Y que no hemos podido cumplir las
mejoras de bienestar que todos anhelamos. La inflación sigue alta. Y a
pesar de haber creado 1.250.000 puestos de trabajo en
esta gestión (incluyendo formales, informales y autónomos), no fue
suficiente, porque hay más gente que busca trabajo", detalla el
documento.
Sin embargo, para el aún oficialismo, el punto de partida para 2020 es "mucho más sano"
y entre las razones especifica que hay equilibrio fiscal primario,
menor presión tributaria, un tipo de cambio competitivo, subida de las
exportaciones, mejores infraestructuras y recuperación de las fuentes de
energía propias, ya que, según recuerdan, en 2015 había que importar
energía y ahora Argentina exporta.
"El
esfuerzo de este último año y medio fue muy exigente para todos. Pero
no es menos cierto que veníamos recuperándonos (la actividad en julio
creció 1,2% mensual y la inflación de agosto apuntaba a 1,8%), y que la
incertidumbre electoral interrumpió la recuperación", asevera el texto.
El 11 de agosto pasado, el triunfo del peronismo en las elecciones primarias ocasionó
fuertes turbulencias financieras, con una abrupta devaluación del peso
ante el dólar y sucesivos desplomes de la bolsa que agravaron la ya
dilatada recesión que el país vive desde que en abril de 2018 se
registró una masiva fuga de capitales.
Para el macrismo, "por primera vez en mucho tiempo"
Argentina tuvo una idea de "largo plazo" basada en "reglas claras,
estabilidad económica e inserción al mundo", la única manera "de lograr
un crecimiento sostenido que dure, con más empleo e inversiones".
"Nuestras
recurrentes crisis son el reflejo de una economía que, en forma
permanente, parece querer vivir por encima de sus posibilidades. El
equilibrio fiscal es importante porque cuando el Estado gasta menos de
lo que le ingresa no necesita financiarlo con emisión de pesos
(inflación) o deuda", añade el documento.
"Lamentablemente, no se puede eliminar la inflación (llega
al 37,7 % en los primeros nueve meses del año). de un día para el otro,
pero en estos cuatro años hemos dado los pasos necesarios para empezar a
ver una reducción sostenida y sostenible de la inflación: corregimos
las tarifas y el tipo de cambio; y equilibramos las cuentas públicas",
enfatiza.
Sobre la alta deuda externa, incluido el préstamo de 56.000 millones de dólares
aprobado en 2018 por el Fondo Monetario Internacional, el Gobierno
saliente reconoce que tuvo que pedir prestado porque heredó "un déficit
enorme y porque habían quedado muchas cuentas sin pagar del gobierno
anterior", como la deuda con los llamados fondos buitre, que no habían
aceptado los canjes de deuda tras la suspensión de pagos de 2001.
"Decidimos
financiarnos de forma transparente y clara. Estos años hicimos un gran
esfuerzo para equilibrar nuestras cuentas. Si mantenemos el compromiso
de tener un presupuesto equilibrado en los próximos años, la deuda
pública dejará de ser un problema", subraya.
"Dos
de cada tres dólares que tomamos de deuda fueron para mejorar los
plazos o las condiciones de deudas viejas o, también, para cambiar los
acreedores", añade, y remarca que "cuando las condiciones financieras
internacionales se endurecieron" Argentina pudo acceder al crédito del FMI "mucho más barato".
Respecto
al desempleo (10,6 % en el segundo trimestre de 2019), destacan que
"está en niveles similares a los que dejó el gobierno anterior", aunque
reconocen que "debería ser más bajo, y probablemente baje a medida que
la economía vuelva a crecer".
Con la convicción de que "todavía falta mucho",
el documento establece que este es el "camino correcto para tener un
país mejor, generando confianza y trabajando a la par del mundo."
"A fin de 2019 el país está listo para crecer. Sin magia, sin mentira, sin ficción", sentencia.
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