BEIRUT.-
Los estudiantes han bloqueado este miércoles varias universidades y
centros educativos, y se han manifestado en las sedes de algunas
empresas, en el marco de las protestas que estallaron el pasado 17 de
octubre, mientras crece la preocupación por el deterioro de la ya muy
débil economía libanesa.
Estudiantes
de secundaria y universitarios realizaron hoy sentadas en sus centros
educativos, así como en otras instituciones como el Ministerio de
Educación, y forzaron la cancelación de las clases en la Universidad
Americana en Beirut, la más prestigiosa del país, y otras.
En
la ciudad sureña de Sidón, los manifestantes salieron a las calles
después de que se difundiera en internet un vídeo en el que la directora
de un instituto amenazaba con expulsar a todos los alumnos que
participaran en las protestas.
En
esta localidad mediterránea también tuvieron como blanco la compañía de
telecomunicaciones Ogero y la empresa pública de electricidad.
"Mis
padres pidieron un crédito para que pudiera seguir estudiando, ahora no
sé si podrán pagarlo y yo no he conseguido aún trabajo. ¿Cómo no voy a
participar en las protestas?", dijo a Efe un joven de nombre Bilal, en
una sentada frente a la sede del Banco Central del Líbano en Beirut.
En
medio de las protestas, que cumplen hoy su vigésimo primer día, y el
impasse político después de que el primer ministro Saad Hariri dimitiera
hace una semana, existen crecientes temores a una quiebra de la
economía libanesa, que se encuentra ya en una situación extremadamente
frágil.
La
agencia crediticia Moody's rebajó ayer la calificación del Gobierno del
Líbano de "Caa1" a "Caa2" y indicó que los indicadores permanecen en
revisión para otra rebaja en el futuro.
Según
un comunicado, las manifestaciones, la renuncia del Gobierno y la
pérdida de confianza de los inversores "han socavado aún más el modelo
de financiación tradicional del Líbano, que está basado en las entradas
de capital y el crecimiento de los depósitos bancarios (...) lo que
amenaza la estabilidad macroeconómica".
Mientras,
el director del Banco Mundial para la zona de Oriente Medio, Saroj
Kumar Jha, visitó hoy el Líbano y se entrevistó con el presidente Michel
Aoun, que la semana pasada prometió reformas políticas y económicas que
aún no se han concretado.
"Lo
que viene podría ser peor si no se le hace frente inmediatamente",
advirtió el representante del Banco Mundial, que calcula que el Líbano
cerrará el año en recesión con un crecimiento negativo del 0,2 %.
Por
ello, recomendó "tomar medidas creíbles urgentes para restaurar la
confianza en la economía" y agregó que el "nuevo Gobierno debe
intervenir rápidamente" para prevenir el efecto de la crisis económica
en las clases más vulnerables.
La
actual ola de protestas estalló cuando el Gobierno anunció un nuevo
impuesto para intentar aumentar los ingresos del Estado, cuya deuda
representa en torno al 150 % del PIB del país.
Además,
la escasez de divisas en la economía fuertemente dolarizada había
afectado a varios sectores en las semanas anteriores al estallido del
movimiento popular, que clama contra la corrupción y la mala gestión de
la clase dirigente.
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