BUENOS AIRES.- La
actividad industrial de Argentina registró en septiembre pasado una
caída interanual del 5,1 % y sumó así diecisiete meses consecutivos en
retroceso, los mismos que el país suramericano lleva hundido en recesión
económica, un escenario que el presidente electo Alberto Fernández ha
prometido cambiar.
Según
informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos
(Indec), la producción manufacturera mostró en septiembre una bajada del
5 % en términos desestacionalizados con respecto a agosto último y
acumuló en los primeros nueve meses del año una caída del 7,8 %.
Los
datos de septiembre revelan una profundización del mal desempeño que la
industria ya había exhibido en agosto, cuando la producción industrial
se desplomó en medio de las severas tensiones financieras desatadas tras
el revés electoral del presidente Mauricio Macri en las primarias.
"Si
bien el resultado es muy negativo, no sorprende la aceleración de la
caída dado que se esperaba que el impacto de la devaluación post
primarias fuera más fuerte en septiembre", dijo la consultora privada
LCG en un informe.
La
mayoría de las ramas manufactureras arrojaron en septiembre un saldo
negativo, pero las mayores caídas se registraron en sectores de peso,
como la producción de motocicletas (-19 %) y autos (-16,2 %).
La
actividad industrial argentina, que ya cayó un 5 % en 2018, se ha visto
en los últimos meses particularmente golpeada por la aceleración de la
inflación (5,9 % en septiembre), la caída del consumo y la inestabilidad
cambiaria.
"La
inflación y la pérdida de poder adquisitivo se hacen presentes en un
mercado interno que se mantendrá todavía muy deprimido, al menos hasta
fines de 2019, perjudicando la recuperación de este sector", observó
LCG.
Las expectativas de los propios industriales para el trimestre en curso tampoco son positivas.
Consultados
por el Indec, el 48,7 % de los empresarios del sector cree que la
demanda interna, ya deprimida por la recesión iniciada en 2018, bajará
aun más, y algo más de la mitad no espera cambios en su nivel de
exportaciones y de importaciones.
Algo
más de un tercio prevé que la utilización de su capacidad instalada
-que en promedio se ubicó en un 61,8 % en septiembre- disminuirá este
trimestre, mientras que un 63,3 % dijo que no prevé cambios en su
dotación de personal y un 30,5 % reconoció que disminuirá.
De
todas formas, según marca LCG en su informe, el ánimo del sector
manufacturero "se asemeja más a una situación expectante en la que se
evita tomar medidas concretas, que a una en la que abundan despidos y
recorte de horas" de producción.
"El
cambio de gestión y la incertidumbre respecto a la política del
presidente electo sostiene esta situación", sostuvo la consultora.
Sin
dar hasta ahora muchas precisiones de cómo planea hacerlo, el peronista
Alberto Fernández, vencedor en las elecciones presidenciales del pasado
27 de octubre y que asumirá al frente del Ejecutivo argentino el
próximo 10 de diciembre, ha prometido reactivar la industria.
Hace
una semana, al visitar una planta textil, el electo presidente afirmó
que para volver a mover la demanda se necesita recomponer el consumo
interno e incentivar las exportaciones.
Además,
recordó que cuando fue jefe de Gabinete entre 2003 y 2008, durante los
gobiernos kirchneristas, discutía con China, uno de los principales
socios comerciales del país suramericano, "que Argentina debía proteger"
muchas de sus industrias.
"Lo
hicimos convencidos de que, de ese modo, estábamos garantizando que
Argentina tenga industria y tenga trabajo. Lo vamos a hacer también
ahora", prometió.
Durante
la campaña, Matías Kulfas, uno de los principales asesores económicos
de Fernández y al que muchos señalan como su posible ministro de
Economía, también hizo guiños al deprimido sector industrial, destacando
las necesidad de impulsar su perfil exportador y de dinamizar al mismo
tiempo el mercado doméstico, además de crear líneas de crédito
productivo, particularmente para las pymes, las más afectadas por el
bajón productivo.
Según
un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME),
la producción de las pymes industriales cayó el 5,9% interanual en
septiembre y un 5,8 % en comparación con agosto último, en tanto que ha
acumulado en los primeros nueve meses del año un 7,5 %.
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