PARÍS.- El Gobierno francés se ha destacado
por su firmeza ante la incapacidad del Reino Unido para lograr un
consenso sobre el "brexit" y lleva semanas advirtiendo de que si Londres
no lo remedia se irá hacia una salida a las bravas. Pero ¿está
preparado el país?
Al margen de la particularidad de
Irlanda, Francia es el país más próximo a las costas de Inglaterra (una
treintena de kilómetros), con unas relaciones económicas, políticas,
humanas e históricas muy estrechas.
El 17 de enero decidió activar un plan de "brexit" sin
acuerdo. El primer ministro, Édouard Philippe, explicó entonces que ese
plan llevaba en preparación desde abril de 2018 y anunció obras en
infraestructuras para los nuevos controles fronterizos que habría que
aplicar por valor de 50 millones de euros, así como la contratación de
580 personas entre aduaneros y veterinarios.
Un
personal que los sindicatos de aduaneros consideran insuficiente y por
eso -y para reclamar subidas salariales- llevan desde comienzos de marzo
con una huelga de celo que está causando retenciones en los puertos y
retrasos y cancelaciones en los trenes Eurostar a Londres.
Las
obras para dar más capacidad a los controles fronterizos con más
formalidades administrativas para mercancías y pasajeros se han
realizado, por ejemplo, en el puerto de Calais (6 millones de euros),
por donde el pasado año pasaron 1,9 millones de camiones, 1,6 millones
de vehículos de turismo y 9,12 millones de personas.
Getlink,
la concesionaria del túnel ferroviario bajo el Canal de la Mancha, ha
construido un centro de aduanas, ha ampliado su terminal para pasar de
14 a 20 los camiones que se pueden controlar simultáneamente y ha
instalado un dispositivo de verificación automática de pasaportes.
El
pasado año utilizaron el eurotúnel 10,97 millones de pasajeros del
Eurostar, además de quienes cruzaron en vehículos (2,66 millones de
coches, 51.300 autocares). También pasaron 1,69 millones de camiones y
2.077 trenes de mercancías.
El sector económico que
más sufrirá en Francia en caso de "brexit" sin acuerdo es, en términos
relativos, el de la pesca, que implica a varios miles de empleos en
barcos que ya no podrán faenar en aguas británicas.
El
Gobierno considera que en términos globales, el impacto para su
economía -en 2018 tuvo un superávit comercial con el Reino Unido de más
de 11.000 millones de euros- será "moderado", y en todo caso "mucho
menor" que para otros países y, sobre todo, para los británicos, los
peor parados.
El Instituto Nacional de Estadística
(INSEE) estimó a finales de marzo que un "brexit" duro recortaría el
producto interior bruto (PIB) francés en 0,6 puntos en varios trimestres
con respecto a lo que hubiera ocurrido si el Reino Unido siguiera en la
UE. A largo plazo, el recorte sería de 1,7 puntos de PIB.
Entre
las grandes empresas que trabajan a caballo entre ambos países, Airbus
planifica una salida sin acuerdo y por eso, en asociación con sus
proveedores, ha estado acumulando componentes y prepara sus sistemas de
aduanas y reglamentarios.
El constructor aeronáutico,
que tiene 14.000 empleados en el Reino Unido (otras 110.000 personas
trabajan en su cadena de suministro), lleva semanas quejándose de la
falta de claridad de Londres y de la incertidumbre. Su presidente, Tom
Enders, llegó a amenazar con desplazar en el futuro su actividad a otros
países con un "brexit" a las bravas.
Otros grupos,
como el grupo automovilístico PSA -que tiene dos plantas con más de
1.000 operarios cada una en Gran Bretaña en las que se ensamblan el Opel
Vivaro y el Opel Astra- prefieren no dar pistas a sus competidores de
cómo se preparan. PSA se limita a indicar que contempla "diferentes
escenarios".
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