sábado, 6 de abril de 2019

Empieza una campaña popular berlinesa para expropiar consorcios inmobiliarios

BERLÍN.- Una iniciativa popular berlinesa empezó este sábado una recogida de firmas con el propósito de lograr una expropiación de los grandes consorcios alemanes como medida para frenar el alza de los alquileres en la capital alemana.

Bajo lemas como "la vivienda es uno de los derechos humanos y no una mercancía" o "contra la especulación y en defensa de la cultura de los barrios", varios miles de personas se dieron cita en la emblemática Berlín Alexanderplatz para asistir a la manifestación con la que se dio comienzo a la recogida de firmas.
La iniciativa tendrá que recolectar, en dos etapas, un total de 170.000 firmas de personas con derecho a voto en Berlín para obligar al Gobierno regional a convocar una consulta ciudadana.
En una primera etapa, con un plazo máximo de seis meses, se tendrá que llegar a 20.000 firmas y los organizadores consideran que eso ocurrirá pronto.
"Ya hoy tendremos una cantidad importante de firmas", dijo hoy el portavoz de la iniciativa, Helge Peters, mientras los manifestantes se reunían en la emblemática Alexanderplatz.
Luego la iniciativa tendrá cuatro meses más para llegar a las 170.000 firmas y forzar la consulta popular
En caso de que la consulta tuviera éxito no se producirían automáticamente las expropiaciones sino que se pediría al ejecutivo berlinés que presente un proyecto de ley al respecto ante el parlamento regional.
No obstante, el Gobierno puede negarse a ello alegando razones jurídicas o financieras. También, antes de la consulta, puede presentar a los electores una propuesta alternativa.
"Nos basamos en el artículo 15 de la constitución que permite la socialización de propiedad raíz, los recursos naturales y los medios de producción", explicó Peters.
Los impulsores de la iniciativa consideran que las indemnizaciones que habría que pagar por las expropiaciones tendrían un coste de entre 7.000 y 14.000 millones de euros.
La responsable de Obras Públicas y Vivienda en el Gobierno regional, Katrin Lampscher, considera en cambio que los costes pueden llegar hasta los 36.000 millones.
En todo caso, lo que empezó como una iniciativa local berlinesa, y centrada sobre todo en la resistencia de un grupo de arrendatarios contra las alzas de los alquileres por parte del consorcio Deutsches Wohnen, propietario de 111.000 viviendas en Berlín, se ha convertido en un tema de discusión nacional.
Así, por ejemplo, el Partido Liberal (FDP) está dispuesto a eliminar el artículo 15 de la constitución alemana.
"El artículo 15 es a la constitución lo que el apéndice al cuerpo humano. Está ahí pero es inútil y puede ser un foco de infecciones", dijo el secretario de organización del grupo parlamentario del FDP. Marco Buschmann.
"Hay partidos que se comportan como si fueran filiales del 'lobby' inmobiliario", comentó al respecto el organizador de la iniciativa, Rouzbeh Taheri, ante un grupo de periodistas antes de comenzar la manifestación.
El artículo 15, en que se apoya la iniciativa y que el FDP propone abolir -para lo que necesitaría una mayoría parlamentaria de dos tercios- no se ha aplicado nunca en la historia de la República Federal de Alemania.
Dentro del parlamento regional de Berlín, los partidos de la oposición, la Unión Cristianodemócrata (CDU), el FDP y la agrupación ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD) son contrarios a un plan de expropiaciones.
De los tres partidos que forman el Gobierno regional, sólo La Izquierda se ha mostrado favorable a la iniciativa mientras que Los Verdes tomarán posición en mayo y el Partido Socialdemócrata (SPD) en el congreso regional de la agrupación en otoño.
A nivel nacional, las presidentas de los dos grandes partidos se han mostrado en contra de posibles expropiaciones.
"Entiendo la ira en contra de los consorcios que quieren exprimir hasta el último euro de los arrendatarios, pero las expropiaciones durarían años y no crearían una sola vivienda", dijo la presidenta del SPD, Andrea Nahles.
"Las expropiaciones no son la solución", dijo la presidenta de la CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer.
Los críticos de la iniciativa sostienen que las expropiaciones no ayudarían a detener el alza de los alquileres y que la fórmula adecuada sería fomentar la construcción de vivienda para que hubiese más oferta.
Aunque Berlín no es la ciudad con los alquileres más caros de Alemania -en Múnich y Fráncfort, por ejemplo, están claramente por encima- pero sí es donde más han subido en los últimos años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario