LONDRES.- El
Brexit costará entre 3.000 y 12.000 empleos al sector financiero
británico, aseguró el lunes una alta responsable de la City de Londres,
que urge al gobierno a evitar el peor escenario posible: una salida de
la UE sin acuerdo.
"Han
pasado diez años desde la crisis financiera y lo menos deseable ahora
es una desestabilización" de los servicios financieros y los mercados,
se preocupa Catherine McGuinness, una de las principales dirigentes del
lobby financiero londinense.
Los
empresarios no ocultan su inquietud a pocos días de una votación
crucial en el parlamento británico sobre el acuerdo negociado con
Bruselas, que choca con un fuerte rechazo, lo que alimenta el temor de
un divorcio brutal.
"Habida
cuenta de la incertidumbre política actual es muy difícil pronunciarse.
Nos preocupan los riesgos ligados a una ausencia de acuerdo, que
pensamos que serían negativos para los consumidores y las empresas en
Reino Unido y en la UE", afirma McGuinness.
"Es
importante que los reguladores y las instituciones tomen todas las
medidas para evitar una confusión innecesaria", lanza con tono decidido
esta figura imprescindible del corazón financiero de Londres, uno de los
más importantes del mundo.
Este
lobby considera así que se deben acelerar los preparativos para un
Brexit sin acuerdo: aunque tranquilizada por las propuestas europeas
destinadas a facilitar el acceso a las cámaras de compensación
establecidas en Reino Unido, la City de Londres se preocupa por el
retraso en la adaptación del enorme mercado de productos derivados y
contratos de seguros.
"Salimos
de la Unión Europea pero no salimos de Europa", dice buscando
relativizar esta responsable desde Guildhall, el
centenario y majestuoso palacio que a la sombra de los imponentes
rascacielos acoge los servicios administrativos de la City.
Sin
embargo, las consecuencias del Brexit ya empiezan a hacerse sentir,
porque la mayoría de grandes bancos presentes en Londres anunciaron el
traslado de empleados hacia el continente.
Estos
mastodontes internacionales de la finanza buscan limitar las
perturbaciones tras el Brexit, que les privará de un pasaporte
financiero europeo que ahora les permite comerciar en el continente
desde Londres.
"Estimamos
que entre 3.000 y 12.000 puestos de trabajo" habrán abandonado Reino
Unido a finales de marzo, fecha prevista del Brexit, afirma McGuinness,
recordando sin embargo que este número es inferior a las previsiones
anunciadas justo después del referéndum de 2016.
En
un estudio publicado el lunes, el gabinete EY considera por su parte
que desde el referéndum sobre el Brexit de junio de 2016 se han
transferido unos 800.000 millones de libras en activos desde Reino Unido
hacia el resto de la UE.
En
el largo plazo, la City no sabe qué le depara el futuro y sigue
reinando gran incertidumbre sobre la futura relación comercial con la
UE.
Los
europeos parecen poco proclives a incluir al sector financiero en un
vasto acuerdo de libre comercio, como pide el ministro de Finanzas
británico Philipp Hammond. En su lugar, pusieron sobre la mesa la
propuesta de un régimen de equivalencias, que Londres critica porque
sería revocable en cualquier momento.
"En
nuestra opinión las reglas de equivalencia son incompletas, solo cubren
una parte de las actividades realizadas en Londres, son muy políticas y
muy precarias", detalla la responsable.
Sin
embargo, la City de Londres no cede al pesimismo, segura de la
capacidad de la capital británica para conservar su estatus de plaza
financiera mundial.
"No
prevemos un éxodo masivo de empleos porque las actividades que se
realizan aquí superan con mucho el marco europeo", afirma McGuinness.
La
dirigente considera que sus competidores "naturales" son más Nueva York
y Singapur que París o Fráncfort y confía en el creciente desarrollo de
la "fintech", o tecnología financiera, y de las finanzas
ecorresponsables para compensar en los próximos años los efectos
nefastos del Brexit.
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