WASHINGTON/SINGAPUR.- Estados Unidos y China sostendrán el viernes un postergado diálogo de
seguridad de alto nivel, en la última señal de un deshielo en las
relaciones entre las dos principales economías del mundo tras su fuerte
disputa comercial.
La reanudación del diálogo a alto nivel, sellado con una llamada
telefónica la semana pasada entre los presidentes Donald Trump y Xi
Jinping, antecede a una esperada reunión entre ambos mandatarios en la
cumbre del G-20 que se realizará en Argentina a finales de noviembre.
También
llega tras meses de recriminaciones que abarcan temas como el comercio,
las acusaciones estadounidenses de interferencia política por parte de
Pekín, el disputado Mar de China Meridional y el gobierno autónomo de
Taiwán.
China y Estados Unidos calificaron como positiva la
llamada telefónica de la semana pasada entre Xi y Trump, quien anticipó
que podría llegar a un acuerdo con China en materia de comercio.
En
una señal concreta del descongelamiento de las relaciones diplomáticas
entre ambos países, el Departamento de Estado estadounidense dijo que el
secretario de Estado Mike Pompeo, el secretario de Defensa Jim Mattis,
el miembro del Politburó chino Yang Jiechi y el ministro de Defensa Wei
Fenghe participarán en las conversaciones de esta semana en Washington.
China
dijo el mes pasado que ambas partes inicialmente acordaron celebrar la
segunda ronda de conversaciones sobre seguridad en octubre, pero las
negociaciones fueron pospuestas a solicitud de Washington a raíz de las
tensiones.
Mattis tenía previsto reunirse con Wei en Pekín en
octubre, pero sus planes se revirtieron después de que Washington
impusiera sanciones al Ejército Popular de Liberación de China por
comprar armas a Rusia.
Pompeo se reunió con Wei en Singapur el 18
de octubre y le dijo que ambas economías necesitan profundizar los
lazos de alto nivel para reducir el riesgo de un conflicto.
En
declaraciones dadas el martes en Singapur, el vicepresidente chino, Wang
Qishan, reiteró que su país está dispuesto a mantener conversaciones y a
trabajar con Estados Unidos para resolver las disputas comerciales, ya
que ambas economías pueden perder en la confrontación.
“Tanto a
China como a Estos Unidos les encantaría ver una mayor cooperación
comercial y económica”, dijo Wang en un foro económico organizado por
Bloomberg en Singapur. “La parte china está dispuesta a tener
discusiones con Estados Unidos sobre temas de interés mutuo y a trabajar
por una solución aceptable para ambas partes en materia de comercio”.
“El
mundo de hoy enfrenta muchos problemas importantes que requieren una
estrecha cooperación entre China y Estados Unidos”, agregó Wang.
La
guerra comercial, que ha provocado que ambas partes se impongan
aranceles recíprocos por miles de millones de dólares a las
importaciones, está comenzando a dañar la economía china y ha golpeado
las acciones y la moneda del gigante asiático.
También ha
llevado a que la compra de soja estadounidense por parte de China llegue
a un virtual punto muerto. La oleaginosa es la mayor exportación
agrícola de Estados Unidos a China.
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