jueves, 14 de mayo de 2009

Barroso apoya la presencia de España en las reuniones del G-20

MADRID.- El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, defendió la participación de España en las reuniones del G-20 que han tenido lugar en Washington y Londres para buscar soluciones a la crisis económica y financiera, ya que consideró que nuestro país es un "ejemplo de progreso económico" a pesar de la situación actual.

En un desayuno informativo en Madrid, Durao Barroso opinó que España tiene "mucho que aportar" a estas discusiones, por lo que calificó de "útil" la presencia española tanto en los encuentros ya celebrados como en los que están por venir.

El presidente de la Comisión afirmó que espera que el próximo año, cuando España asuma la presidencia de turno de la UE, "lo peor de la crisis haya quedado atrás y se haya iniciado la reactivación". En este sentido, se mostró convencido de que la presidencia española estará "a la altura de las circunstancias", aunque destacó que tendrá que hacer frente a "enormes desafíos".

"Hace dos semanas recibí al presidente José Luis Rodríguez Zapatero en la Comisión Europea en Bruselas y sé que su programa de acción está plenamente a la altura de esos desafíos", explicó.

En cuanto a la situación concreta de España, Durao Barroso consideró que nuestro país "tiene capacidad" para responder a la situación económica actual debido a los "márgenes obtenidos por años de superávit presupuestario", pero reconoció que, aunque la tasa de crecimiento previsto para 2009 es "menos mala" que la media europea, la recuperación será "más lenta".

No obstante, el presidente del Ejecutivo comunitario señaló que, a su juicio, el Gobierno de Zapatero ha presentado un plan de estímulo económico "adecuado y similar al de otros países europeos" para combatir la crisis.

En el marco político, Durao Barroso subrayó que la presidencia española de la Unión dará comienzo, el 1 de enero del año que viene, en un momento "muy estratégico" para Europa, es decir, cuando ya se conozca si Irlanda ha aprobado o no el Tratado de Lisboa.

Si el texto finalmente entra en vigor, "España será responsable de poner en marcha los procesos, las políticas y las instituciones previstas por dicho Tratado, como por ejemplo la futura red diplomática común", añadió.

"Creo sinceramente que las circunstancias ofrecen a España una ocasión política totalmente excepcional para encarnar la presidencia de un nuevo comienzo en Europa. Una presidencia que impulsará una nueva dinámica en los asuntos europeos. Una presidencia que insuflará vientos de cambio a nuestro continente", remarcó.

Para el presidente de la Comisión, "Europa es nuestra mejor baza común para superar la crisis mundial", por lo que defendió el "método de trabajo" que utiliza la UE en su toma de decisiones, "con las negociaciones largas y a veces difíciles, con los consensos y con compromisos que van más allá de las ideologías políticas".

A este respecto, recordó el "esfuerzo presupuestario sin precedentes" realizado por la UE, que actualmente hace hincapié en "reforzar la regulación y la supervisión financieras, sin las cuales no se recobraría la confianza", por lo que mencionó el conjunto de medidas propuestas por la Comisión y anunció un segundo para los próximos días y un tercero para junio.

Durao Barroso también defendió que la crisis debe aprovecharse como una ocasión para iniciar reformas e hizo un llamamiento a una Europa "solidaria" para luchar contra la "plaga del paro, de la que no se libra ningún país" y que en España presenta una "situación especialmente grave".

Por ello, destacó que la "prioridad absoluta" de la UE es "atenuar al máximo el coste social y humano de la crisis", algo en lo que se hizo hincapié, añadió, en la Cumbre europea sobre el empleo que se celebró en Praga, que puso en marcha una "dinámica de colaboración entre los Estados miembros, las instituciones europeas y los interlocutores sociales".

Mantener el máximo tiempo posible a los trabajadores en el mercado laboral, ayudar a los desempleados a encontrar trabajo, ayudar a los más vulnerables y los recién llegados al mercado laboral y los discapacitados son algunas de las medidas adoptadas en la Cumbre.

"La gestión de la crisis no es un asunto de economistas ni de tecnócratas. No puede limitarse a salvar a unos bancos de la quiebra. La respuesta política de Europa debe efectuarse a escala humana y debe inscribirse en el pedestal de nuestros valores fundamentales de solidaridad y justicia social", manifestó Durao Barroso.

En cuanto a su posible reelección como presidente de la Comisión, Durao Barroso consideró que en general hay "unanimidad" de apoyos en Europa, entre ellos el del Partido Popular Europeo (PPE), al que él pertenece.

No obstante, destacó también el respaldo que ha recibido por parte de jefes de Gobierno socialistas o liberales como pueden ser el propio Zapatero, el primer ministro británico, Gordon Brown, o el primer ministro finlandés, Matti Taneli Vanhanen, porque la UE es una "unión política, no partidista".

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