MADRID/BRUSELAS.- Un total de 26 países de la Unión Europea
(UE) y del Espacio Económico Europeo (Noruega, Islandia y Liechtenstein)
han decidido desactivar los colchones de capital anticíclicos,
colocándolos en el 0%, con el objetivo de respaldar la capacidad de sus
bancos y que puedan transitar más holgadamente en el actual contexto de
crisis generado por las medidas aprobadas para contener la expansión del
coronavirus.
Esta posición contrasta con la comunicada por las distintas
autoridades monetarias nacionales del Viejo Continente a finales de
diciembre de 2019, cuando hasta 14 países tenían pensado activar o
elevar este 'buffer' en 2020, según los datos consultados.
En España, el organismo dirigido por Pablo Hernández de Cos
decidió en su última actualización trimestral del pasado 31 de marzo
mantener el colchón de capital anticíclico aplicable a las exposiciones
crediticias durante el segundo trimestre de 2020 en el 0%, una decisión
impulsada por la pandemia global del Covid-19.
Aunque el Banco de España vino advirtiendo en trimestres
anteriores de la posibilidad de activar este colchón en 2020, consideró
que la situación que ha provocado la crisis sanitaria aconseja no
hacerlo, al menos, hasta que los principales efectos económicos y
financieros derivados del coronavirus se hayan disipado.
El colchón antíclico es una herramienta macroprudencial a
disposición de los supervisores nacionales surgida a raíz de la crisis
financiera de 2008 que se combina con el resto de niveles de capital
mínimo del proceso de revisión y evaluación supervisora.
Desde entonces, y dada la prociclidad del sistema financiero, las
autoridades deben solicitar a sus bancos la acumulación de más capital
cuando consideren que el riesgo sistémico cíclico está aumentando.
Su objetivo es el de reforzar la solvencia de las entidades para
poder absorber potenciales pérdidas crediticias que se produzcan en
fases recesivas del ciclo, para, de esta manera, minimizar el impacto
negativo de una contracción en el flujo de financiación bancaria a la
economía en 'tiempos malos'.
Aunque países como Bélgica o Alemania contaban con empezar a
apretar el cinturón a sus bancos en términos de capital este año y otros
como Dinamarca tenían pensado solicitar mayores requerimientos,
finalmente han decidido dar marcha atrás e incluso desactivarlos en los
caso de los que ya los mantenían activos.
Así, son solo cinco los países que mantienen el colchón activo
tras el estallido de la crisis del Covid-19. Bulgaria solicita que sus
entidades financieras dispongan de un colchón del 0,5% y República Checa
pide un 1%. Ambos países obligaron a sus bancos a crear estos 'buffers'
desde el pasado 1 de abril.
Los bancos luxemburgueses tuvieron que crear su colchón
anticíclico del 0,25% el primer día del año y deben prepararse para
elevarlo hasta el 0,5% el 1 de enero de 2021, según el calendario
previsto y enviado a la Junta Europea de Riesgo Sistémico (ESRB, por sus
siglas en inglés).
Mientras, Noruega requiere a las entidades financieras del país la
creación de un 'buffer' del 1% desde el pasado 13 de marzo y Eslovaquia
pide un 1,5% desde hace un mes.
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