BERNA.- Prioridad para los suizos expatriados, el voto por internet
vuelve a crear polémica. La empresa suiza de correos, La Poste, ha
retomado el sistema de voto electrónico de la multinacional española
Scytl, que se encuentra en quiebra.
La transacción, cuyo monto es confidencial, fue revelada por el dominical SonntagsBlick. A finales del verano del 2019, La Poste decidió continuar por su cuenta con el desarrollo del sistema de voto electrónico que había propuesto anteriormente en cooperación con Scytl, según
declaró el portavoz de la empresa suiza, Oliver Flüeler, a swissinfo.ch
en una respuesta escrita.
“Después de varios meses de
negociaciones”, adquirió los derechos del código fuente, precisó. El
objetivo es proponer para 2021 un sistema que “responda a las
necesidades de la Confederación y esté listo para ser utilizado por los
cantones para una operación de prueba”.
Con esta transacción, La
Poste se propone ofrecer a los cantones una solución desarrollada en
Suiza “que tiene en cuenta las numerosas particularidades federales” y
“responde aún mejor a las exigencias elevadas y específicas de un
sistema suizo de voto electrónico”, subrayó Flüeler.
Para
garantizar la máxima seguridad en todo momento, La Poste “reeditará el
nuevo y mejorado código fuente para que expertos independientes
nacionales e internacionales puedan comprobar cualquier debilidad”.
Estos argumentos no son nada convincentes para el comité de la iniciativa popular ‘Por una democracia segura y fiable (Moratoria del voto electrónico)’
cuyo presidente, Franz Grüter, reaccionó con indignación. El diputado
de la Unión Democrática de Centro (UDC/derecha conservadora) condenó la
operación de La Poste y pidió una investigación parlamentaria.
“Hay
buenas razones para verificar si La Poste - una empresa en manos de la
Confederación - ha actuado correctamente y pagado un precio justo,
porque todo se caracteriza por una absoluta falta de transparencia”,
señaló Grüter.
Para el parlamentario y empresario en informática,
es incomprensible que “La Poste haya vuelto a pagar - a un precio no
revelado - por un sistema que ya se sabe que no funciona correctamente.
También en otros países los sistemas de Scytl han tenido grandes
problemas. Tal vez sea precisamente por eso que la empresa está en
bancarrota”.
Según él, La Poste debería haber partido de nuevas
bases, es decir, haber desarrollado un sistema totalmente nuevo, “lo que
podría haber restaurado la confianza y, por lo tanto, reducido
considerablemente la oposición al voto electrónico”, que ahora se
extiende a todo el espectro político del país.
Franz
Grüter, activo en este campo desde hace 25 años, no se opone al
principio del voto por internet. Por el contrario, está convencido de
que “llegará el día en que habrá un sistema de voto electrónico con
todas las garantías de seguridad. Pero se necesita un nuevo comienzo
para lograrlo”.
Estima que en el estado actual de desarrollo
tecnológico, un sistema de votación electrónica segura “requiere al
menos de tres a cinco años de trabajo, lo que corresponde exactamente al
período de moratoria requerido por la iniciativa".
Los promotores
de la iniciativa podrían ver satisfecha su demanda incluso antes de
haber recogido el número de firmas necesarias para someter la propuesta a
una votación popular. De hecho, el Consejo Nacional (cámara baja)
aprobó en diciembre pasado una iniciativa parlamentaria que pide la
suspensión de todos los experimentos y proyectos de voto electrónico
hasta que se resuelvan los problemas de seguridad y los ciudadanos estén
dispuestos a asumir los costos adicionales asociados a esa opción de
voto.
La propuesta aún no ha sido presentada al Consejo de
Estados (cámara alta), pero Franz Grüter no descarta que el “grave error
estratégico de La Poste” opere en su favor.
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