NUEVA YORK.- El precio del petróleo intermedio de
Texas (WTI) cerró este viernes con una leve bajada del 0,2 %, hasta
36,26 dólares el barril, en el que fue su primer descenso semanal en
siete semanas tras una jornada marcada por el miedo a una segunda oleada
de casos de COVID-19 que paralice la economía y golpee otra vez la
demanda de combustible.
Al final de las operaciones
en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros
del WTI para entrega en julio restaron 0,08 dólares respecto a la sesión
del jueves, cuando el Texas retrocedió un 8,2 %.
Los precios del petróleo de referencia en Estados Unidos
bajaron en total un 8 % durante esta semana, agitada por las novedades
en cuanto a las extensiones de los ajustes de la Organización de Países
Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+), el aumento hasta niveles
de récord de los inventarios de crudo en EE.UU. y el temor a un rebrote
del virus tras conocerse las preocupantes cifras registradas en Texas,
Arizona y California.
En el frente de la OPEP+, la
prolongación de los ajustes sirvió para apoyar los precios a comienzos
de semana, si bien no se pudieron cumplir las previsiones más optimistas
respecto a una extensión hasta septiembre, ya que en principio el
recorte solo se prolongará hasta julio.
Posteriormente,
el mercado recibió la noticia de que Arabia Saudí, Emiratos Árabes
Unidos y Kuwait retiraban su voluntad de recortar 1,18 millones de
barriles por día (bpd) de forma adicional a los 9,7 millones de bpd que
había establecido la OPEP+, lo que provocó un efecto negativo en el
crudo estadounidense.
Además, la mejora de los
precios ha provocado que los principales productores estadounidenses
hayan retomado la actividad en plataformas y pozos que con los niveles
de precios anteriores no resultaban rentables, lo que ha devuelto las
preocupaciones en torno a un exceso de oferta si estas compañías vuelven
a los niveles de bombeo previos a la pandemia.
Con
respecto a la crecida en las reservas de petróleo, los analistas
señalan a que es un efecto rebote de la guerra de precios que se produjo
entre Arabia Saudí y Rusia entre marzo y abril, ya que los bajos
precios provocaron un aumento de las importaciones que, debido a su gran
volumen, no habían podido ser descargadas en suelo estadounidense por
la falta de espacio de almacenamiento.
En este
contexto, los contratos de futuros de gasolina con vencimiento en julio
sumó menos de un centavo hasta los 1,12 dólares el galón, y los de gas
natural, que expiran en julio, restaron ocho centavos centavos hasta los
1,73 dólares por cada mil pies cúbicos.
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