sábado, 6 de junio de 2020

Cientos de libaneses se unen a las protestas antigubernamentales al reducirse el bloqueo

BEIRUT.- Cientos de manifestantes libaneses salieron a las calles el sábado para expresar su indignación por el manejo de una profunda crisis económica por parte del gobierno, con las fuerzas de seguridad disparando gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a los manifestantes que lanzaban piedras. 

Las primeras grandes protestas desde que el gobierno hizo retroceder las medidas de bloqueo del coronavirus se producen cuando Beirut negocia un paquete del Fondo Monetario Internacional que espera asegure miles de millones de dólares en financiación para apuntalar su colapsada economía.

Los manifestantes quemaron contenedores de basura y saquearon una tienda de muebles en el distrito comercial de lujo de la capital, destrozando su fachada y sacando un sofá para bloquear una carretera.

Las fuerzas de seguridad respondieron con disparos de gas lacrimógeno, según mostraron las imágenes de las emisoras libanesas.

Las tensiones sectarias parecieron estallar incluso cuando las protestas se calmaron, con disparos que se oyeron en algunos barrios de Beirut y un tenso enfrentamiento en una zona cristiano-chiíta asociado con el comienzo de la guerra civil del país de 1975 a 1990, lo que impulsó a las fuerzas de seguridad a desplegarse en gran número, según los medios de comunicación libaneses.

Los líderes políticos y religiosos de todas las sectas advirtieron del peligro de la violencia sectaria.

"El Primer Ministro condena y denuncia en los términos más enérgicos, todos los lemas sectarios ... y hace un llamamiento a todos los libaneses y a sus líderes políticos y espirituales para que ejerzan la conciencia y la sabiduría y cooperen con el ejército y los servicios de seguridad", escribió el Primer Ministro Hassan Diab en Twitter.

Entre las demandas de algunos manifestantes el sábado fue el desarme del poderoso grupo paramilitar chiíta Hezbollah.

"Mientras haya milicias más fuertes que el Estado, entonces éste (el gobierno) no podrá luchar contra la corrupción", dijo John Moukarzel, propietario de una empresa inmobiliaria.

Diab asumió el cargo en enero con el apoyo del Hezbolá respaldado por Irán y sus aliados después de que el gobierno anterior fuera derribado por las protestas que estallaron en octubre pasado.

Los problemas económicos del Líbano han alcanzado nuevas profundidades en los últimos meses. La libra esterlina ha perdido más de la mitad de su valor en el mercado paralelo, los precios se han disparado y las empresas que se enfrentan al doble golpe del coronavirus han eliminado puestos de trabajo.

"Se puede sentir que todo el mundo está cansado y que la situación es muy dura, especialmente la economía, por lo que se puede sentir que la gente ya no quiere ser festiva (en sus protestas). La gente está simplemente enfadada", dijo la manifestante Marie-nour Hojaimy, una abogada.

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