NUEVA YORK/BERLÍN.- El presidente de Estados Unidos, Donald
Trump, ha ordenado la retirada este próximo otoño de 9.500 integrantes
de su contingente en Alemania sin comunicárselo previamente al Gobierno
alemán, socio de la OTAN, según ha informado el diario estadounidense
'Wall Street Journal'.
La noticia ha sido corroborada por la publicación alemana 'Der
Spiegel', que estima entre 5.000 y 15.000 el número de militares que
regresarán a Estados Unidos a partir de septiembre. Ni la Casa Blanca ni
el Departamento de Defensa de EEUU se han pronunciado hasta ahora al
respecto.
La decisión, según el 'Wall Street Journal', ya está tomada y
existe ya un memorando firmado recientemente por el asesor de Seguridad
Nacional de la Casa Blanca, Robert O'Brien.
Alemania es uno de los centros militares más importantes del mundo
para el Ejército estadounidense, que tiene estacionados actualmente en
el país a 35.000 militares, más 17.000 civiles norteamericanos y otros
12.000 alemanes empleados en las instalaciones.
El Ejército opera entre otras la gran base en Ramstein, en
Renania-Palatinado, esencial en el viaje de casi todos los transportes
militares a Irak o Afganistán.
El hospital estadounidense en Landstuhl goza de la misma
extraordinaria importancia dado que es allí donde reciben tratamiento
muchos militares heridos de las áreas de operación de Irak o Afganistán.
Estados Unidos también controla todas las misiones militares en África
desde el sur de Alemania.
Un alto responsable del Gobierno estadounidense bajo el anonimato
ha explicado que la retirada se debe al "hastío" de la Administración
Trump ante lo que percibe como una falta de compromiso alemán a la hora
de contribuir económicamente en el gasto de la OTAN y por su insistencia
en completar el controvertido gasoducto Nord Stream 2 que canalizará el
gas ruso directamente a Alemania bajo el Mar Báltico.
La ministra de Defensa de Alemania, Annegret Kramp-Karrenbauer,
prometió el año pasado cumplir con el objetivo de la OTAN de gastar el
2% de su PIB en defensa, pero se marcó el año 2031 como objetivo.
El Gobierno alemán no se ha pronunciado al respecto pero fuentes
del Ejecutivo ya han trasladado su malestar. "Siempre supimos que Trump
haría algo así en el momento en que la presión doméstica llegara a
niveles muy altos, pero pensamos que primero se retiraría de Afganistán.
"Lo que está claro", ha añadido, "es que esta decisión no va a
contribuir en nada a las relaciones que Alemania está intentando
preservar con tanto esfuerzo, y aumentará el sentimiento antiamericano
que se ha estado extendiendo en este país".
Más de un millar de los militares retirados podría acabar en
Polonia, un país más del gusto de EEUU al haberse comprometido a dejar
de comprar gas ruso en 2022, pero su infraestructura militar no está ni
mucho menos tan desarrollada como en Alemania.
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