WASHINGTON.- Washington se preparaba el sábado para una gran manifestación,
según el jefe de la Policía local, cuando las marchas por el asesinato
de un hombre negro en custodia entran en su duodécimo día y las
autoridades de Estados Unidos tratan de limitar las tácticas policiales.
Algunos activistas en redes sociales han pedido que un millón de personas asistan a una protesta en la capital.
“Tenemos
mucha información pública y de código abierto que sugiere que el evento
del próximo sábado puede ser uno de los más grandes que hemos tenido en
la ciudad”, dijo el jefe de policía de Washington DC, Peter Newsham, a
medios locales, añadiendo que gran parte del centro de la ciudad estaría
cerrado al tráfico desde temprano.
Newsham no dio una estimación de la cantidad de gente. Los medios locales prevén que lleguen decenas de miles.
El
viernes, hubo marchas y reuniones en Atlanta, Los Ángeles, Mineápolis,
Miami, Nueva York y Denver, entre otros lugares, y los manifestantes se
reunieron de nuevo, bajo la lluvia, frente a la Casa Blanca.
Las
protestas nocturnas fueron en su mayoría pacíficas, pero la tensión se
mantiene, pese a que las autoridades de varios lugares toman medidas
para reformar los procedimientos policiales.
Un juez federal de
Denver ordenó a la policía de la ciudad que deje de usar gases
lacrimógenos, balas de plástico y otros dispositivos “no letales”, como
granadas de destello, y en su fallo citó ejemplos de manifestantes y
periodistas que fueron heridos por la policía.
“Se
trata de manifestantes pacíficos, periodistas y médicos que han sido
blanco de tácticas extremas destinadas a reprimir disturbios, no a
suprimir manifestaciones”, escribió en el fallo el juez de distrito de
R. Brooke Jackson.
En Mineápolis, los líderes demócratas de la
ciudad votaron para poner fin al uso de la sujeción con la rodilla y
técnicas asfixiantes en las que se aplica presión en el cuello, mientras
que el gobernador de California, Gavin Newsom, dijo que pondrá fin a la
capacitación de la policía estatal en la sujeción de la carótida,
similar a la técnica utilizada en el caso de Floyd.
Las protestas inundan Washington
Decenas de miles de manifestantes marcharon luego en Washington y otras ciudades de Estados Unidos el sábado para exigir el fin del racismo y la violencia de las fuerzas del orden, en el duodécimo día de protestas por el asesinato de un hombre negro a manos de la policía de Mineápolis.
La protesta en la capital del país se perfilaba como la más grande de las marchas que esta semana han sido convocadas en ciudades y pueblos pequeños de todo Estados Unidos, así como en países de todo el mundo.
Medios de comunicación locales habían pronosticado que decenas de miles de personas acudirían a la capital de Estados Unidos, a pesar de los riesgos que sigue suponiendo el coronavirus, que ha asolado el país en los últimos dos meses y que sigue siendo una amenaza mortal, según los expertos en salud.
En la capital, miles de personas se reunieron en el Monumento a Lincoln y en otros lugares antes de converger hacia la Casa Blanca. Una conmovedora multitud pasó por el Hospital Universitario George Washington cantando “¡Manos arriba, no disparen!” “Marchamos por la esperanza, no por el odio” y “¡No puedo respirar!”.
Los agentes de seguridad que salieron eran menos que a principios de semana y tenían una postura más relajada, con uniformes de patrullero en lugar de chalecos antibalas y cascos.
Aun así, seis autobuses trajeron cientos de militares uniformados, la mayoría con chalecos antibalas y escudos, al terreno de la Casa Blanca.
Las protestas inundan Washington
Decenas de miles de manifestantes marcharon luego en Washington y otras ciudades de Estados Unidos el sábado para exigir el fin del racismo y la violencia de las fuerzas del orden, en el duodécimo día de protestas por el asesinato de un hombre negro a manos de la policía de Mineápolis.
La protesta en la capital del país se perfilaba como la más grande de las marchas que esta semana han sido convocadas en ciudades y pueblos pequeños de todo Estados Unidos, así como en países de todo el mundo.
Medios de comunicación locales habían pronosticado que decenas de miles de personas acudirían a la capital de Estados Unidos, a pesar de los riesgos que sigue suponiendo el coronavirus, que ha asolado el país en los últimos dos meses y que sigue siendo una amenaza mortal, según los expertos en salud.
En la capital, miles de personas se reunieron en el Monumento a Lincoln y en otros lugares antes de converger hacia la Casa Blanca. Una conmovedora multitud pasó por el Hospital Universitario George Washington cantando “¡Manos arriba, no disparen!” “Marchamos por la esperanza, no por el odio” y “¡No puedo respirar!”.
Los agentes de seguridad que salieron eran menos que a principios de semana y tenían una postura más relajada, con uniformes de patrullero en lugar de chalecos antibalas y cascos.
Aun así, seis autobuses trajeron cientos de militares uniformados, la mayoría con chalecos antibalas y escudos, al terreno de la Casa Blanca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario