WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, propuso el jueves pautas
bajo las cuales los gobernadores estatales del país podrían actuar para
revivir a la economía en un proceso escalonado de tres etapas tras el
cierre por el coronavirus.
Hablando en su sesión informativa diaria sobre el coronavirus, que ha
matado a más de 32.600 estadounidenses en cuestión de semanas, Trump
argumentó que un cierre prolongado podría ser profundamente perjudicial
para la economía y la sociedad.
“No estamos abriendo todo de una vez, sino que damos un cuidadoso
paso a la vez”, aseguró Trump a periodistas, sin proporcionar detalles
sobre sus directrices.
“Un confinamiento prolongado, combinado
con una depresión económica forzada infligiría un costo inmenso y amplio
en la salud pública”, dijo Trump, agregando que podría conducir a un
fuerte aumento en el abuso de drogas, alcohol, suicidios y enfermedades
cardíacas.
Las
nuevas pautas federales recomiendan que los estados registren una
“trayectoria descendente” de 14 días en casos de coronavirus antes de
comenzar un proceso de reapertura de tres fases.
El documento
establece el plan de Trump para abrir negocios en estados de todo el
país que han sido devastados por la pandemia y su impacto económico a
pesar de que la responsabilidad de tales decisiones recae en las
autoridades estatales, no federales.
Antes de que los estados
vuelvan a abrir, los hospitales deben tener un “programa de pruebas
sólido” que incluya test de anticuerpos para los trabajadores de la
salud, según las directrices.
Los
estados deberían tener la capacidad de establecer sitios de detección y
pruebas para personas con síntomas y también capacidades de seguimiento
de contactos, y las instalaciones de atención médica deberían poder
suministrar equipo de protección personal de forma independiente y estar
preparados si los casos de COVID-19 aumentan nuevamente.
El
documento dice que las recomendaciones son “implementables a nivel
estatal o de condado por condado a discreción de los gobernadores”.
Trump se ha enfrentado a las autoridades estatales con respecto a quién
tiene la máxima autoridad para ordenar reabrir las economías de los
estados.
En la primera fase de la reapertura, las directrices
dicen que se debe evitar grupos de más de 10 personas si las medidas de
distanciamiento apropiadas no son prácticas. Se deben minimizar los
viajes no esenciales, alentar el teletrabajo y cerrar las áreas comunes
en las oficinas.
Las escuelas permanecerán cerradas en la fase 1, pero los grandes
espacios como cines, restaurantes, estadios y lugares de culto pueden
abrirse con “estrictos protocolos de distanciamiento físico”.
Los
hospitales, que han sido duramente afectados por la crisis de salud,
pueden reanudar las cirugías electivas, que son críticas para sus
ingresos, y los gimnasios pueden reabrir con nuevos protocolos. Los
bares deben permanecer cerradas, según las pautas.
En la segunda
fase, aplicable a los estados y regiones “sin evidencia de un rebote” en
los casos, las pautas recomiendan evitar grupos de más de 50 personas
donde el distanciamiento social no es práctico.
También los
viajes no esenciales pueden reanudarse, mientras que las escuelas y los
campamentos juveniles y algunos bares que cumplan ciertas condiciones
pueden reabrirse.
La fase tres no incluye restricciones en los lugares de trabajo.
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