MÉXICO.- Las
infecciones respiratorias agudas graves en México se dispararon un 50%
esta temporada en comparación con el año anterior, casi seguramente
debido al coronavirus, lo que indica que las cifras del gobierno para la
pandemia son demasiado bajas.
La
semana pasada, según datos de la Secretaría de Salud, México registró
12.000 nuevos casos de tales infecciones respiratorias, en comparación
con 671 la misma semana del año pasado.
“Por
supuesto, ese brinco en los casos es COVID-19, porque la influenza en
estas fechas va de bajada en esta época del año”, asegura Alejandro
Macías, excomisionado nacional para la influenza en México durante el
brote de H1N1. “No hay ninguna duda”.
Un
alto funcionario del gobierno estuvo de acuerdo en que era probable.
“El monitoreo de la influenza continúa como cada año y hay evidencia de
que la COVID-19 ha tomado el nicho de transmisión de la influenza”, dice
el Dr. José Luis Alomia, director general de epidemiología en la
Secretaría de Salud.
México
está monitoreando la propagación del coronavirus a través de un modelo
centinela, lo que significa que realiza pruebas selectivas y con
criterios estrictos. La estrategia ha sido cuestionada por expertos,
quienes dicen que el país está caminando “ciegamente por el bosque” y
que la cantidad de casos no contabilizados dificultará la contención.
Factor multiplicador
El
gobierno dijo el jueves que México tenía 11.633 casos confirmados de
coronavirus y 1.069 muertes. El subsecretario de Salud, Hugo López
Gatell, ha dicho que su modelo puede requerir que el número de casos
confirmados se multiplique por 8 para obtener una imagen completa
probable.
Algunos expertos dicen que el factor multiplicador real podría llegar a 30, lo que acercaría el número total de casos a 349.000.
La
brecha entre los factores multiplicadores y los conjuntos de datos
separados para infecciones respiratorias agudas graves y coronavirus no
son las únicas preocupaciones que se han planteado sobre el manejo de la
pandemia en México. El presidente Andrés Manuel López Obrador pasó gran
parte de marzo insistiendo en que los mercados y las tiendas deberían
permanecer abiertos, mientras muchos en el mundo entraban en cuarentena.
En
cuanto a las infecciones respiratorias agudas graves, el crecimiento en
los casos había reflejado el de los últimos años hasta la semana del 5
de abril, cuando aumentaron 17,4% a 59.440 y la semana posterior, cuando
los casos aumentaron 30% a 67.397.
“Es
muy posible que esos llamados casos de influenza sean en realidad
COVID-19”, afirma Carlos del Río, epidemiólogo de la Universidad Emory
en Atlanta.
Capacidad hospitalaria
El
sistema de salud pública de México estaba en un estado precario antes
del coronavirus. Un cambio por parte de la administración de López
Obrador en la forma en que compra medicamentos y a quién había causado
escasez durante meses.
A
medida que se propaga el nuevo virus, el porcentaje de casos
confirmados que necesitan hospitalización ha aumentado a 37%, desde
alrededor de 10% cuando el país comenzó a proporcionar los datos a
principios de marzo. Macías dice que la alta tasa podría ser un reflejo
de las limitaciones del modelo centinela, donde las pruebas solo se
administran a aquellos con síntomas graves.
Hasta
el jueves, 4.420 pacientes habían requerido hospitalización y 530
estaban en cuidados intensivos, según datos de la Secretaría de Salud.
Algunos
hospitales públicos en Ciudad de México han alcanzado su capacidad.
Cuatro de los 52 no tienen camas disponibles, informó la ciudad. Otros
siete tienen capacidad limitada.
La
misma información aún no está disponible para el resto del país, pero
lo estará pronto, dijo el martes el subsecretario de Salud, López
Gatell.
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