LONDRES.- La economía del Reino Unido se está desplomando bajo la presión del
confinamiento por el coronavirus y el endeudamiento público se está
disparando a los niveles más altos de la historia en tiempos de paz, lo
que aumenta la presión sobre el Gobierno para que defina una estrategia
de salida.
El primer ministro Boris Johnson, que se recupera en su residencia
campestre después de haber estado gravemente enfermo con COVID-19, se
enfrenta a las críticas de los políticos de la oposición y de algunos
epidemiólogos por reaccionar con demasiada lentitud ante el nuevo brote
de coronavirus.
Los ministros ya están teniendo dificultades para
explicar las altas tasas de mortalidad, los limitados test y la escasez
de equipos de protección, y este jueves llegaron nuevas señales de la
cruda realidad de los daños sufridos por la quinta economía más grande
del mundo.
“Estamos experimentando una contracción económica que
es más rápida y profunda que cualquier otra que hayamos visto en el
siglo pasado, o posiblemente en varios siglos”, dijo Jan Vlieghe,
miembro del consejo de gobierno del Banco de Inglaterra.
Según Vlieghe, es poco probable que la recuperación sea rápida.
“El riesgo es que lleve más tiempo y que se parecerá más a una U que a una V”, dijo Vlieghe.
El
índice provisional compuesto de gestores de compras (PMI) de IHS
Markit/CIPS para el Reino Unido cayó a un nuevo mínimo histórico de
12,9, frente a los 36,0 de marzo, por lo que ni siquiera se acercó al
pronóstico más débil de una encuesta entre economistas, que apuntaba a una lectura de 31,4.
Reino Unido
emitirá 180.000 millones de libras (222.000 millones de dólares) de
deuda pública entre mayo y julio, más de lo que había previsto
anteriormente para todo el año fiscal.
La montaña de deuda del
país supera los 2,5 billones de dólares y el endeudamiento neto asumido
este año por el sector público podría alcanzar el 14% del producto
interior bruto, lo que supone el mayor déficit anual desde la Segunda
Guerra Mundial.
La estrategia aún no publicada del Gobierno para
salir del confinamiento también está bajo escrutinio. Analistas de
Deutsche Bank consideran que la limitada capacidad de pruebas del país
es un problema.
“El Reino Unido se está quedando atrás de casi
cualquier economía mediana o grande a nivel mundial en lo que a pruebas
de coronavirus respecta”, dijo Oliver Harvey, de Deutsche Bank, en una
nota a los clientes.
“Esto impactará materialmente en la
capacidad del Gobierno de seguir una estrategia de ‘test y rastreo’
cuando se trate de relajar el confinamiento”.
El
secretario de Salud Matt Hancock ha prometido a llevar a cabo 100.000
pruebas de COVID-19 al día para finales de mes. Sin embargo, las últimas
cifras diarias publicadas el miércoles muestran que se les hicieron
pruebas a menos de 23.000 personas.
Hasta ahora se han hecho
pruebas a un total de 411.192 personas y se han realizado 559.935
pruebas en conjunto en el Reino Unido.
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