WASHINGTON.- Una
cifra récord de 26 millones de personas en Estados Unidos pidieron
beneficios estatales por desempleo desde mediados de marzo, lo que
confirma que la pandemia de coronavirus hizo desaparecer todos los
puestos de trabajo creados en el que fue el auge laboral más largo de la
historia del país.
La
gravedad de la recesión económica causada por los confinamientos a
nivel nacional para controlar el COVID-19, la enfermedad respiratoria
potencialmente letal causada por el virus, quedó en evidencia el jueves
por otros datos que mostraron que la actividad comercial se hundió a un
mínimo histórico en abril.
Además, las ventas de casas nuevas descendieron en su mayor ritmo en seis años y medio.
"En
este punto, sería un milagro evitar que esta recesión se convierta en
la Gran Depresión II", dijo Chris Rupkey, economista jefe de MUFG en
Nueva York. "Los riesgos para el panorama son que la economía está
cavando un hoyo tan grande y profundo que será cada vez más difícil
salir de él".
Los
pedidos iniciales de ayuda estatal por desocupación treparon a un ritmo
desestacionalizado de 4,427 millones en la semana al 18 de abril, dijo
el Departamento del Trabajo. Eso se compara con 5,237 millones de
solicitudes informados la semana previa. Economistas consultados por
Reuters habían proyectado que la cifra fuera de 4,200 millones para la
última semana.
Desde
el 21 de marzo, 26,453 millones de personas han presentado pedidos por
beneficios de desempleo, representando el 16,2% de la fuerza laboral.
Eso ha llevado a predicciones de 30 millones de pérdidas de empleos
durante la pandemia de COVID-19 y una tasa de desempleo en niveles no
vistos desde la Gran Depresión.
La
economía creó 22 millones de puestos de trabajos durante el auge del
empleo que comenzó en septiembre de 2010 y terminó abruptamente en
febrero de este año.
La
creciente ola de cifras económicas sombrías se ha enfrentado con
protestas, que en gran medida se han considerado políticas, para que los
gobiernos estatales y locales reabran negocios no esenciales. El
presidente Donald Trump, que busca un segundo mandato en las elecciones
de noviembre, también ha estado ansioso por reiniciar una paralizada
economía.
"El
informe de hoy muestra que es casi seguro que el mercado laboral está
llevando a un nuevo territorio, sacudiendo la tasa de desempleo por
encima del pico del 10% de la Gran Recesión y eliminando más empleos de
los que hemos ganado en la recuperación", dijo Daniel Zhao, economista
senior de Glassdoor, una firma online de reclutamiento.
En
un reporte por separado el jueves, la firma de datos IHS Markit dijo
que su índice de producción compuesta de Estados Unidos, que rastrea los
sectores de manufactura y servicios, cayó a una lectura de 27,4 este
mes, el más bajo desde que la serie comenzó a fines de 2009, desde 40,9
en marzo.
Además,
las ventas de casas nuevas se hundieron un 15,4% a una tasa anual
desestacionalizada de 627.000 unidades en marzo, dijo el Departamento de
Comercio en otro informe. La disminución porcentual fue la mayor desde
julio de 2013.
El
informe de solicitudes de la semana pasada cubrió el período durante el
cual el gobierno realizó su encuesta para el componente de nóminas no
agrícolas del informe de empleo de abril. Economistas pronostican que se
perdieron hasta 25 millones de empleos en abril después de que la
economía eliminó 701.000 puestos en marzo, la mayor disminución en 11
años.
Pese
a que las solicitudes de desempleo semanales siguen siendo muy altas,
la disminución de 810.000 de la semana pasada marcó el tercer descenso
semanal consecutivo, lo que aumenta las esperanzas de que lo peor pueda
haber pasado. Los pedidos semanales parecieron haber alcanzado un récord
de 6,867 millones en la semana que terminó el 28 de marzo.
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