KABUL.- Los talibanes han rechazado este miércoles el decreto firmado por el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, para una liberación de presos por etapas y han recalcado que el acuerdo con Estados Unidos contempla la excarcelación de 5.000 reos antes del inicio de conversaciones.
“Entregamos al equipo estadounidense una lista detallada de 5.000 prisioneros que nadie puede manipular“, ha dicho el portavoz de la oficina política del grupo insurgente en Qatar, Suhail Shahin.
“Nuestra condición es que (la liberación de) los detenidos son
aceptables si es verificada por nuestro equipo, ya sean entregados en
una zona rural o en las prisiones”, ha manifestado.
Asimismo, Shahin ha recalcado a través de su cuenta en la red social
Twitter que los 5.000 liberados “deben ser aquellos detenidos cuyos
nombres están incluidos en la lista” entregada a la delegación
estadounidense.
El acuerdo firmado entre Estados Unidos y los talibanes contempla que Washington “se compromete a iniciar inmediatamente los trabajos con las partes relevantes para la liberación de prisioneros políticos y combatientes como parte de una medida de creación de confianza con la coordinación y aprobación de las partes”.
“Hasta 5.000 presos del Emirato Islámico de Afganistán, no reconocido
por Estados Unidos como Estado y conocido como los talibanes, y hasta
mil presos de la otra parte serán liberados antes del 10 de marzo de
2020, el primer día de negociaciones intraafganas”, agrega.
El decreto firmado por Ghani en la madrugada de este miércoles
contempla la liberación de cien presos talibanes cada día hasta el 24 de
marzo, cuando se alcanzará la cifra de 1.500 liberados.
“Tras el inicio de las negociaciones directas entre la delegación designada por Afganistán y los talibanes, 500 detenidos talibanes serán liberados cada dos semanas, hasta un total de 3.500,
siempre y cuando el nivel de violencia sea reducido de forma dramática o
eliminado”, dijo el portavoz de la Presidencia, Sediq Sediqqi.
Sediqqi agregó además que, según el decreto, “los prisioneros
liberados deben firmar un compromiso escrito de que no volverán al campo
de batalla” para participar en un conflicto, antes de agregar que las
excarcelaciones tendrán lugar tras la finalización del proceso
biométrico.
Kabul condiciona las liberaciones
El propio portavoz presidencial ha reclamado este miércoles a los
talibanes que “reduzcan la violencia” y “el asesinato de afganos”. “Se ha visto que los ataques por parte de los talibanes está aumentando nuevamente”, ha criticado.
Los talibanes y Estados Unidos se comprometieron a una “reducción de la violencia” de siete días
antes de la firma de su acuerdo de paz el 29 de febrero, que debía
allanar el camino para un proceso de conversaciones directas entre Kabul
y los insurgentes.
Sin embargo, los talibanes ordenaron el 2 de marzo el reinicio de
operaciones contra las fuerzas de seguridad, al dar por concluidos los
siete días de “reducción de la violencia”, si bien resaltaron que las
tropas internacionales no deben ser objetivo de ataques.
“Queremos que los talibanes reduzcan la violencia y, para la
liberación de sus prisioneros, queremos garantías de que no volverán al
campo de batalla”, ha reiterado Sediqqi, según ha informado la cadena de
televisión afgana Tolo TV.
En este sentido, ha argumentado que “sin una garantía será difícil liberar a los prisioneros”, al tiempo que ha incidido en que “no es posible” liberar sin condiciones a los presos, tal y como exigen los talibanes.
“Como estipula el decreto del presidente, la liberación de los
prisioneros está condicionada a una reducción de la violencia, unas
conversaciones intraafganas y un alto el fuego”, ha manifestado.
“La paz es nuestra prioridad y queremos que este proceso sea
exitoso”, ha sostenido Sediqqi, quien ha argüido que “si la violencia no
se detiene durante las conversaciones intraafganas, el proceso de
liberación de prisioneros también será detenido”.
De esta forma, ha asegurado que “por ahora no se ha liberado a ningún prisionero talibanes” y ha advertido de que “si este proceso fracasa, los talibanes, y no el Gobierno, serán responsables”.
“Siempre hemos mostrado nuestra disposición a un proceso de paz”, ha
manifestado Sediqqi, antes de resaltar que “si los talibán continúan la
violencia, Estados Unidos y el Gobierno afgano cambiarán también su
posición”.
“Nuestras fuerzas de seguridad están aún en posición defensiva”, ha
dicho. “El acuerdo entre Estados Unidos y los talibán no se fundamenta
en la confianza en la otra parte, sino en las acciones”, ha zanjado.
Retirada de tropas
Estados Unidos inició el lunes la retirada de las tropas de Afganistán para cumplir con el acuerdo, por el que en un plazo de 135 días debe haber un máximo de 8.600 militares norteamericanos en el país.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, apuntó la
semana pasada que la retirada será “pausada” cuando se llegue a los
8.600 militares desplegados –en la actualidad hay alrededor de 13.000– y
se “analizará” si las partes están cumpliendo con sus compromisos.
Así, recalcó que considera que Estados Unidos “puede llevar a cabo
todas las operaciones que necesita” con 8.600 militares sobre el terreno
y reiteró que el acuerdo está “condicionado” y será sometido a análisis
por parte de Washington.
En lo relativo a la liberación de presos, Esper recordó que
Washington se ha comprometido a “facilitar el intercambio” entre ambas
partes y volvió a incidir en que “todo está condicionado”.
“Estamos analizando de cerca las acciones de los talibanes para
determinar si están cumpliendo con sus obligaciones”, dijo, al tiempo
que la aplicación del pacto “será evaluada cada día”. “Queda por delante
una carretera larga, abierta a los vientos y llena de baches”, remachó.
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