NUEVA YORK.- El estado de Nueva York decretó este viernes que todos los empleados de servicios no esenciales deberán dejar de acudir a sus puestos y trabajar desde sus hogares con el fin de reducir el ritmo de contagios del coronavirus.
"Solo
los negocios esenciales funcionarán. La gente puede trabajar desde casa
(...), pero solo los negocios esenciales pueden tener a trabajadores en
sus puestos", explicó el gobernador, Andrew Cuomo, al presentar una
política que bautizó como "Nueva York en Pausa" y que entrará en vigor
el domingo por la noche.
Según dijo, habrá multas y cierres obligados para las empresas que no cumplan. "Estas medidas serán aplicadas. No son recomendaciones", insistió.
Entre los servicios esenciales que quedan excluidos figuran, entre otros, supermercados y farmacias, dijo.
Además,
Cuomo ordenó que se cancele toda reunión no esencial y cualquier
concentración de personas en las calles, que se mantenga la distancia
con toda persona en público y que se evite en todo lo posible el uso del
transporte público.
Las reglas son más estrictas para grupos de riesgo
-que incluyen a mayores de 70 años y a aquellos con problemas de salud
previos-, que deberán permanecer en sus domicilios salvo para hacer
ejercicio en solitario, tomar la temperatura de cualquier persona que
les visite y usar una mascarilla siempre que estén con alguien, entre
otras cosas.
En el caso de los individuos, por ahora no se prevén multas o sanciones, pero Cuomo confió en que todo el mundo las respete,
con un llamamiento especial para los jóvenes, a quienes pidió
solidaridad. Las nuevas medidas entrarán en vigor en la noche del
domingo, según dijo el gobernador en una conferencia de prensa.
Cuomo
insistió en que esta nueva política no supone un confinamiento, una
expresión que se ha resistido en todo momento a utilizar y que, a su
juicio, solo contribuye a alimentar el pánico. "Las palabras importan", insistió el político demócrata, que defendió que las medidas anunciadas en otros estados como California tampoco suponen un confinamiento o una cuarentena.
La idea es que todo el mundo permanezca en sus domicilios todo lo posible,
aunque no se impide a nadie que, por ejemplo, salga a tomar el aire.
Cuomo insistió en que no se puede exigir a la gente que esté las 24
horas en casa por un periodo de tiempo que aún no está claro y que
podría ser de "meses".
Según subrayó, las acciones en Nueva York son las más estrictas de todo el país, en respuesta al alto número de casos que se registra en el estado.
Este
viernes, se habían confirmado en el estado 7.102 positivos, 2.950 más
que el día anterior, un fuerte aumento que Cuomo vinculó en buena medida
al número mucho mayor de pruebas que se están llevando a cabo cada día.
Los fallecidos ascienden a 35.
Más de la mitad de los casos, 4.408, se concentran en la ciudad de Nueva York, donde ha habido casi 2.000 nuevos casos en las últimas 24 horas.
Además,
anunció que se está trabajando para multiplicar el número de plazas
dentro de los hospitales y se estudia adaptar grandes edificios para
fines médicos, por ejemplo centros de conferencias o campus
universitarios.
La mayor complicación será contar con el número de
respiradores necesario en los peores momentos de la pandemia, por lo que
se pide que cualquier que no esté en uso se ponga a disposición. "Los
respiradores son en esta guerra lo que los misiles eran en la Segunda
Guerra Mundial", dijo Cuomo.
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