BUENOS AIRES.- Muchos
de los agricultores argentinos todavía se están recuperando de un
aumento a los impuestos sobre las exportaciones de las cosechas que los
golpeó a fines del año pasado. Ahora, el gobierno está listo para dar
otro golpe tributario mientras aprovecha la creciente industria agrícola
del país para tratar de lidiar con sus problemas presupuestarios.
El
país sudamericano planea aumentar los gravámenes a la exportación de la
soja, ya que busca reducir su déficit fiscal, según personas
familiarizadas con el asunto. Los impuestos aumentarán de la tasa actual
de 30% a 33%, dijeron las personas, quienes pidieron no ser
identificadas porque la información no es pública.
La
medida marcaría el segundo aumento de los impuestos agrícolas desde que
el presidente Alberto Fernández asumió el control hace poco más de dos
meses. La política revierte el sesgo favorable a los agricultores de la
administración anterior. Argentina es el tercer productor mundial de
soja, la semilla oleaginosa que se utiliza para producir alimento para
el ganado y aceite de cocina.
Un
portavoz del Ministerio de Desarrollo Productivo de Argentina declinó
hacer comentarios sobre el posible aumento de impuestos, al igual que
otro del Ministerio de Economía. Un vocero del Ministerio de Agricultura
no respondió de inmediato a un correo electrónico en busca de
comentarios.
Fernández
asumió el cargo el 10 de diciembre en medio de una grave crisis
económica, y aumentar los impuestos sobre los productos agrícolas era
una forma de ayudar a reducir el déficit fiscal de Argentina, dijeron
las personas. Su vicepresidente, Cristina Fernández de Kirchner, no es
ajena a los gravámenes. Cuando dejó la presidencia en 2015, las
exportaciones de soja estaban sujetas a impuestos de hasta 35%, el maíz
de 20% y el trigo de 23%.
Argentina
está teniendo dificultades para recaudar efectivo con el cual pagar a
los prestamistas. El Fondo Monetario Internacional ha entregado a
Argentina la mayor parte de una línea de crédito récord de US$56.000
millones. Fernández dice que el país no puede cumplir con sus
obligaciones de deuda si la economía no crece. Un representante del FMI
declinó hacer comentarios.
Si
bien el momento del anuncio aún no está claro, Argentina ya suspendió
temporalmente su sistema de registro de exportaciones, una medida que
según los operadores señala que los cambios en los impuestos son
inminentes. Los futuros de soja negociados en Chicago reaccionaron,
registrando ganancias del 0,4% el miércoles, mientras que los precios
del maíz y el trigo cayeron.
Se
espera que el aumento de 3 puntos porcentuales ayude a llenar las arcas
argentinas con US$500 millones, de acuerdo con las expectativas para la
cosecha actual, estimada en aproximadamente 53,1 millones de toneladas
métricas. El impuesto se aplicará a la soja que se cosecha actualmente y
al inventario de la temporada anterior que actualmente se almacena en
silos, dijeron las personas.
Las existencias de la cosecha anterior son generalmente de 5 millones a 7 millones de toneladas.
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