LA HABANA.- Cuba, que enfrenta
escasez de combustible, debió comprar un embarque de petróleo incluyendo
el navío que lo transportaba, ya que su propietario se negó a atracar
en la isla por miedo a las sanciones de Estados Unidos, informó el
gobierno.
"Hemos tenido que llegar al punto de tener que comprar
un barco, que se encuentra en las inmediaciones de nuestras costas,
comprar el barco, porque se ha negado el armador a atracar con
combustible dentro, combustible nuestro", informó el ministro de
Transporte, Eduardo Rodríguez, en declaraciones a la televisión estatal.
Sin mencionar la procedencia del crudo y la bandera del
buque, Rodríguez explicó que "el barco no ha querido atracar y hemos
tenido que comprar el barco, con dinero que hemos tenido que sacar de
los limitados recursos financieros que dispone el país para poder
acceder a ese combustible".
Rodríguez no detalló cuándo ocurrió esa operación.
Cuba
produce apenas el 32% del combustible que consume con el fin de generar
energía. El restante 68% debe ser importado, fundamentalmente de
Venezuela, lo cual se ha complicado por las sanciones que Washington le
impuso desde mediados de 2019 y que le impiden asegurarse un
abastecimiento fluido de petróleo.
"Hemos tenido que tomar muchas
decisiones para poder garantizar el suministro de combustible", dijo el
ministro, quien explicó que septiembre de 2019 fue el período mas
difícil para la isla en ese aspecto.
Washington culpa a La Habana
de ser sostén militar y represivo del gobierno del socialista Nicolás
Maduro en Venezuela. Cuba lo niega, pero mantiene su apoyo incondicional
a su principal aliado político.
Rodríguez añadió que el embargo
impuesto por Estados Unidos a la isla desde 1962 y reforzado por el
gobierno de Donald Trump, tiene fuerte impacto en la vida cotidiana,
sobre todo para el transporte y el funcionamiento de la economía.
"Recientemente
teníamos comprados dos aviones para la transportación aérea", precisó
el ministro, pero el vendedor rompió el contrato por temor a la
aplicación de una ley que sanciona a firmas extranjeras que haga
negocios en la isla con bienes nacionalizados por la revolución de Fidel
Castro.
La ley, conocida como Helms- Burton, fue reactivada el año pasado por Donald Trump.
Debido
a esa misma ley, una "importante compañía internacional" canceló las
inversiones de modernización de aeropuertos cubanos, detalló el ministro
Rodríguez. No proporcionó el nombre de las empresas, pero es conocido
que firmas europeas estuvieron interesadas en esos negocios.
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