DAVOS.- Donald Trump y Greta
Thunberg expusieron este martes sus posturas radicalmente opuestas sobre
el cambio climático en el foro de Davos, donde el presidente
estadounidense denunció a los "catastrofistas" y la joven activista
sueca lamentó al contrario que "no se ha hecho nada" por el planeta.
"Tenemos
que rechazar a los eternos catastrofistas y sus predicciones de
apocalipsis", dijo Trump, acusando a los "herederos de los insensatos
adivinos del pasado" de equivocarse en el cambio climático, como ya
hicieron, según él, cuando predijeron la superpoblación del planeta o el
fin del petróleo.
Pocas horas antes, Thunberg había criticado al contrario, en uno de los coloquios del foro, la inacción de los poderes públicos.
"Estamos
todos luchando por el clima y por el medioambiente. Pero si lo miran
desde una perspectiva general, en la práctica no se ha hecho nada", dijo
la sueca, lamentando además las dificultades para transmitir su mensaje
a pesar de su presencia mediática.
"Hay una diferencia entre
hacerse oír y que eso lleve a algo (...) Siempre me escuchan pero la
ciencia y la voz de los jóvenes todavía no están en el foco de
atención", afirmó.
Ambos simbolizan el abismo entre la visión de
los que, como el presidente estadounidense, creen que la protección del
medio ambiente es un freno al crecimiento económico y la de una joven
generación que pide medidas urgentes antes de que sea demasiado tarde.
"Nuestra casa está ardiendo, vuestra inacción aviva las
llamas", afirmó Thunberg en otra de las sesiones de la jornada llamada
"Evitar el apocalipsis climático", y pidió en concreto "poner fin de
inmediato a todas las subvenciones a las energías fósiles", no en 2030 o
2050 "sino ahora".
Trump llegó a Davos a primera hora de la
mañana, el mismo día en que empieza en Washington el juicio que podría
llevar a su destitución, que calificó de "vergonzoso" y de "farsa".
En un discurso con aires
electorales, en una sala llena de líderes políticos y económicos en la
que también estaba Thunberg, Trump desgranó los logros económicos de su
presidencia.
Según Robin Niblett, director del laboratorio de
ideas Chatham House, su intervención "fue casi un discurso de campaña
presidencial, con una irrefutable serie de estadísticas".
El Foro Económico Mundial
—fundado en 1971 por el economista alemán Klaus Schwab y que este año
celebra su edición número 50— ya advirtió en su informe sobre riesgos
globales que el cambio climático "es más fuerte y más rápido de lo
esperado", con temperaturas que podrían subir hasta tres grados a
finales de este siglo.
"Es un tema candente en Davos", apuntó
Chris Williamson, jefe economista de la consultora IHS Markit, y aseguró
que hay "un cambio de atmósfera" con la toma de conciencia progresiva
de que el cambio climático es un riesgo también para los negocios.
La
lista de personalidades políticas que participan en esta edición
incluye al vicepresidente chino Han Zheng, a la presidenta de la
Comisión Europea, Ursula von der Leyen, la canciller alemana Angela
Merkel, el presidente español Pedro Sánchez.
El foro estará
marcado además por la presencia, confirmada este martes por los
organizadores, del opositor venezolano Juan Guaidó, que tras violar la
prohibición de salida de Venezuela, viajó a Colombia el domingo y tiene
previsto visitar el miércoles Bruselas antes de llegar a Davos.
Guaidó,
reconocido como presidente encargado de Venezuela por medio centenar de
países, podría aprovechar la fuerza mediática de Davos para reforzar su
ofensiva contra el gobierno del socialista Nicolás Maduro.
También están en Suiza el presidente de Colombia, Iván Duque y el de Ecuador, Lenín Moreno.
Aunque
la agenda política y económica suele ocupar el protagonismo, el foro de
Davos tratará hasta el viernes en sus numerosos simposios cuestiones
como la biodiversidad, la inteligencia artificial o la rivalidad
tecnológica entre oriente y occidente, que algunos ya califican de
"nueva guerra fría digital".
"Estoy enfadado por el estado del
mundo, pero también estoy decidido a participar y brindar soluciones",
dijo el director general de la oenegé WWF, Marco Lambertini
La
reticencia de algunas oenegés a estar en Davos se explica porque, pese a
su ambición de convertirse en "centro de reflexión" sobre el estado del
mundo, el foro mantiene su mala imagen de "club de ricos" para la
élite, con la presencia este año, entre otros, de grandes magnates de la
industria tecnológica, como el fundador del gigante chino Huawei.
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