JERUSALÉN.- Mientras el presidente estadounidense Donald Trump se prepara para
recibir a los líderes israelíes en Washington y revelar los detalles de
su largamente demorado plan de paz para Oriente Próximo, los palestinos
advirtieron el viernes que ningún acuerdo podría funcionar sin ellos a
bordo.
Trump invitó al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y a su
principal rival, el exgeneral centrista Benny Gantz, a la Casa Blanca la
próxima semana, diciendo que revelaría el plan antes de su reunión del
martes con Netanyahu.
Pero Nabil Abu Rudeineh, portavoz del
presidente palestino, Mahmoud Abbas, dijo que no ha mantenido
comunicación con la administración Trump y que no se puede implementar
ningún acuerdo de paz sin “la aprobación del pueblo palestino y sus
líderes”.
“Esta es la única manera si son serios, si buscan la estabilidad en toda la región”, dijo Rudeinah.
Las
conversaciones de paz entre israelíes y palestinos fracasaron en 2014 y
los palestinos han dicho que la propuesta de Trump también está
condenada al fracaso, incluso antes de su publicación, citando lo que
ellos consideran como políticas proisraelíes.
Los palestinos han
boicoteado los acuerdos políticos con el Gobierno de Trump desde que
éste revirtió décadas de políticas estadounidenses en el conflicto,
dividiendo el consenso internacional.
Se ha negado a
respaldar la solución de dos Estados, la antigua fórmula de paz
internacional que prevé un Estado palestino establecido en el territorio
que Israel capturó en la guerra de los Seis Días de 1967.
La
administración Trump también reconoció Jerusalén como la capital de
Israel y trasladó su embajada allí, anunciando que Washington ya no
considera que los asentamientos israelíes en las tierras ocupadas de
Cisjordania sean “inconsistentes con el derecho internacional”.
Los
palestinos obtuvieron un autogobierno limitado en partes de Cisjordania
bajo los acuerdos de paz provisionales de mediados de la década de
1990. Ahora quieren que Jerusalén Oriental sea la capital de un futuro
Estado que comprenda Cisjordania y la Franja de Gaza. Israel se retiró
de la pequeña Gaza en 2005.
Trump, hablando con los periodistas
en su vuelo de regreso del Foro Económico Mundial en Davos, reconoció
que los palestinos podrían reaccionar negativamente a su plan al
principio, pero que “en realidad es muy positivo para ellos”.
“Es un gran plan. Es un plan que realmente funcionaría”.
Por el contrario, Netanyahu aceptó inmediatamente la invitación de Trump.
“Creo que el presidente está tratando de dar a Israel la paz y la seguridad que se merece”, dijo Netanyahu el jueves.
La oficina de Gantz no confirmó si había aceptado la invitación de Trump.
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