WASHINGTON.- El Fondo Monetario
Internacional (FMI) mantuvo este viernes su previsión para la economía
de Ecuador en 2019, pese a las protestas que en octubre paralizaron al
país y retrasaron las reformas impuestas por el organismo, en tanto
advirtió de varios riesgos en 2020.
El gobierno de Lenín Moreno
llegó a un acuerdo con el FMI para obtener un crédito por 4.200 millones
de dólares durante tres años, a cambio de un fuerte recorte fiscal para
reducir el déficit.
El organismo aprobó el jueves el segundo y tercer tramo del crédito, autorizando un desembolso de 498,4 millones de dólares.
El
FMI tenía pendiente la entrega de este tramo del crédito que quedó
suspendido después de la ola de protestas de octubre contra las medidas
de austeridad impuestas por el gobierno de Moreno, que dejaron diez
muertos.
En un informe sobre la revisión del programa con el país,
el FMI confirmó este viernes las previsiones hechas en octubre para
2019, pronosticando una contracción de la economía de 0,5%.
"El
mantenimiento de las proyecciones refleja tanto el probable impacto de
la reciente inestabilidad política y la incertidumbre política de la
inversión en 2020", dijo.
Para 2020, la entidad moderó las
expectativas, pronosticando un crecimiento magro de 0,2%, una reducción
desde la proyección de 0,5% hecha en octubre.
El FMI advirtió que
pese a que mantiene las previsiones de crecimiento casi sin cambios,
prevé que la posición externa sea más débil que en la primera revisión
del programa.
Después de dar marcha atrás a un aumento de los
precios de los combustibles tras la ola de protestas, el gobierno
ecuatoriano intentó tramitar una reforma fiscal para reducir el déficit.
En noviembre, el Congreso rechazó una primera propuesta, pero otro plan del Ejecutivo fue aprobado a principios de diciembre.
La
reforma fiscal de Moreno tiene el objetivo de recaudar unos 600
millones de dólares para acortar el déficit, estimado en 3.600 millones
de dólares (3,3% del PIB) para 2019 y similar para 2020.
Entre las amenazas para
2020 el FMI citó la posibilidad de que una caída de los precios del
petróleo haga necesario realizar más ajustes y los riesgos asociados a
la inestabilidad en otras partes de América del Sur.
El organismo
con sede en Washington también señaló que un aumento del proteccionismo
en el mundo podría reducir el crecimiento global y la demanda para las
exportaciones ecuatorianas.
El informe también advierte que a nivel interno "el
escenario político se ha vuelto significativamente más complejo y el
ejecutivo se ha debilitado por el malestar social de octubre".
Destaca
asimismo los riesgos de que las propuestas legislativas pendientes -el
código presupuestario y la normativa para el banco central- no sean
aprobadas por el Congreso.
Para Lara Merlin, economista en
Washington de la International Trade Union Confederation, la versión
inicial del programa de reformas era más amplia y se introducía de una
vez. "Ahora vemos un nuevo enfoque, en que las medidas se introducen una
a una, por etapas", añadió.
"Si bien la introducción de las
medidas a un ritmo más lento puede evitar protestas masivas por ahora,
la agitación podría brotar en cualquier momento", advirtió Merlin.
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