SAN FRANCISCO.- La desaceleración del crecimiento del empleo en Estados Unidos en
septiembre podría ser una señal de que la debilidad de las manufacturas
se está expandiendo a la economía, o simplemente podría reflejar una
esperado retroceso en un mercado laboral fundamentalmente saludable.
Pero es un momento crucial cuando las autoridades de la Reserva Federal analizan qué viene para la política monetaria.
“Si bien no todos comparten plenamente las oportunidades económicas y
la economía enfrenta algunos riesgos, en general está, como me gusta
decir, en un buen pie. Nuestro trabajo es mantenerla allí el mayor
tiempo posible”, dijo Powell en breves comentarios al presentar el
evento “Fed Listens” (La Fed escucha) en la sede del banco central en
Washington.
Powell y sus principales lugartenientes, el
vicepresidente Richard Clarida y el jefe de la Fed de Nueva York, John
Williams, han usado reiteradamente frases similares para describir la
economía y el rol del banco central, cuando decidieron recortes de tasas
en julio y septiembre, pese a la oposición de varios de sus colegas.
El reporte de empleo del viernes, que mostró que la tasa de desempleo
bajó a mínimos de 50 años pero sin casi crecimiento de salarios,
claramente no cambió la opinión de Powell.
Los operadores de
futuros de tasas fueron rápidos en juzgar que la Fed sigue en camino
para realizar al menos un recorte más de las tasas de interés este año.
Pero también recortaron sus apuestas a una cuarta baja este año, como lo
habían proyectado esta semana tras datos que mostraron que el sector
fabril se contraía y el crecimiento en los servicios se desaceleraba.
A
medida que las autoridades de la Fed observan los datos económicos
antes de la reunión de política monetaria del 29 y 30 de octubre, siguen
divididas mientras evalúan los riesgos que plantean para el panorama
económico las disputas comerciales y la tensión geopolítica.
Parte del problema es que, como el informe de empleo del viernes, los datos no están enviando un mensaje cristalino.
Los
funcionarios están “luchando” para determinar su la economía
estadounidense se encamina a un “aterrizaje suave” o a un “profundo
declive”, dijo el presidente de la Fed de Atlanta, Raphael Bostic,
durante un evento en la Tulane University en Nueva Orleans.
“Hay
muchas razones para ser optimista con respecto a la economía”, afirmó
Bostic. “Pero también debemos reconocer que hay mucha incertidumbre”.
Mientras, el jefe de la Fed de Boston, Eric Rosengren, quien se opuso
a los dos recortes de tasas de este año, comentó que también analizaba
los datos y que tenía una “mente abierta” sobre la política monetaria
hacia adelante.
El presidente de la Fed de Mineápolis, Neel
Kashkari, quien quería bajas en los tipos más profundas, dijo el viernes
que la política monetaria tiene un “enorme rol que jugar” para mantener
fuerte al mercado laboral.
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