WASHINGTON.- El presidente estadounidense, Donald
Trump, advirtió este martes a China de que si es reelegido en los
comicios presidenciales de 2020 será "mucho más duro" a la hora de
negociar un acuerdo comercial y que, "mientras tanto, la cadena de
suministros" del gigante asiático se "desmoronará".
"Lo estamos haciendo muy bien en nuestras negociaciones con China.
Aunque estoy seguro de que les encantaría tratar con un nuevo Gobierno
para que continúe con sus prácticas de 'timar a EE.UU.' (600.000
millones de dólares al año), 16 meses MÁS ya es mucho tiempo para que
siga la hemorragia de trabajos", afirmó Trump en su cuenta de Twitter.
"Y entonces, piensen lo que le ocurrirá a China cuando
gane. ¡Alcanzar un acuerdo será MUCHO MÁS DURO! Mientras tanto, la
cadena de suministros de China se desmoronará y las empresas, trabajos y
dinero se habrán ido!", agregó.
La declaración de
Trump se produce apenas dos días después de Estados Unidos cumpliera su
prometida subida de aranceles a las importaciones chinas y desde
entonces aplica un gravamen del 15 %, cinco puntos porcentuales más de
lo que había anunciado en un principio, a importaciones chinas por valor
de 112.000 millones de dólares.
La medida entró en
vigor a las 00.01 local (04.01 GMT) de este domingo, 1 de septiembre,
según la Oficina del Representante de Comercio Exterior de Estados
Unidos (USTR, en sus siglas en inglés).
Para el 15 de
diciembre, está previsto que se aplique ese mismo incremento sobre el
resto de esos 300.000 millones de dólares de bienes chinos, que serían
unos 160.000 millones de dólares, y que impactará en productos como
teléfonos móviles, ordenadores portátiles, consolas de videojuegos y
ciertos juguetes.
Como represalia, China puso en
marcha los aranceles de entre el 5 y el 10 % a productos estadounidenses
valorados en 75.000 millones de dólares (68.243 millones de euros), el
último capítulo de una guerra comercial que enfrenta a Pekín y
Washington.
Con este conflicto, Trump se ha fijado la
meta de equilibrar el intercambio comercial entre los dos países,
ampliamente favorable a China, pero hasta ahora y pese a la imposición
de aranceles, ha tenido poco o nulo resultado.
Las
tensiones comerciales entre las dos mayores economías mundiales,
desatadas tras la llegada de Trump a la Casa Blanca en 2017, van más
allá de las relaciones bilaterales y tienen profundas consecuencias
globales.
En sus últimas previsiones de crecimiento
global, divulgadas en julio, el Fondo Monetario Internacional (FMI)
rebajó sus proyecciones de expansión global al 3,2 % este año, una
décima menos que en abril lastradas por las dudas sobre la posible
solución de esta disputa.
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