LONDRES.-
El cobre cayó a su nivel más bajo desde mediados de 2017 debido a que
los inversores se enfrentaron a nuevas pruebas de una desaceleración
mundial y a una pérdida de optimismo sobre un apaciguamiento de la
guerra comercial entre Estados Unidos y China.
El
cobre, considerado desde hace mucho tiempo el canario de la mina de
carbón para la economía, ha perdido un 16% desde mediados de abril
debido a una fuerte caída de la producción industrial y las advertencias
de que las principales economías se encaminan hacia una recesión. Los
precios bajaron un 1,8% a 5.520 dólares la tonelada en la Bolsa de Metales de
Londres el martes.
Un
alza del dólar también está aumentando la presión sobre los metales
industriales ya que el poder adquisitivo de los compradores que utilizan
otras monedas se erosiona a medida que el dólar sube. El yuan interno
de China cayó al nivel más bajo desde 2008 el martes, provocando
pérdidas en los contratos en dólares de la Bolsa de Metales. El cobre,
el plomo, el estaño y el zinc cayeron al menos un 1%.
"Las
ventas ya han recorrido un largo camino, pero no podemos descartar la
posibilidad de que el cobre baje más", dijo Xiao Fu, responsable de
estrategia global de materias primas en BOCI Global Commodities UK, por
teléfono desde Londres. "Si la situación macroeconómica sigue siendo
débil o entran otros impactos negativos en escena, podríamos ver más
ventas".
Delegados
de Washington y Pekín han tenido dificultades para acordar las
condiciones para un reinicio de las negociaciones comerciales, y firmas
de análisis como Oxford Economics o Nomura han advertido que la
actividad económica de China se suavizará aún más. El crecimiento de
China se desaceleró al 6,2% en el segundo trimestre, el ritmo más lento
en casi treinta años.
La
confianza en los mercados de metales sufrió un nuevo golpe con la caída
de las ventas globales de vehículos eléctricos primera vez en la
historia moderna, alimentando dudas sobre uno de los pocos puntos
brillantes para la demanda.
Las
malas condiciones macroeconómicas también han contrarrestado las
señales de una creciente demanda spot de metal en la Bolsa de Metales de
Londres. Los pedidos para una retirada del cobre en los almacenes de
los que la bolsa hace seguimiento subieron a su nivel más alto en un año
el martes, continuando con el fuerte repunte desde finales de agosto.
La
discreta reacción al precio es comprensible, y los mercados en general
se preparan para un posible deterioro adicional de los datos económicos,
particularmente en Estados Unidos y China, dijo Fu. "Se avecinan más
riesgos, dado el telón de fondo deslucido para el crecimiento de la
demanda global".
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